Esta calle es una calle céntrica de hoy en día. Si vas por la acera izquierda hacia las Tendillas verás un cartel de «Se alquila» en un escaparate vacío, el escaparate que Magdalena y Manuel llenaron de buen gusto y amabilidad hasta que la cosa ya no dio para más. Luego encontrarás la persiana de una mercería chapada tal vez para siempre, justo al lado de otro local abandonado y tristemente diáfano, seguramente otro querer y no poder más, otro agobio de renta alta y meses malos, un número de contacto a la vista por si alguien quiere dejarse la bolsa y la vida montando un negocio nuevo.

En la otra acera vendían cortinas y ahora hay un andamio cubierto por una malla. En la otra acera han puesto un salón de juegos, uno de los muchos espacios para apostar que están proliferando en la ciudad. Ya hay varias decenas. Rentabilidad asegurada. Se suponía que había límites, pero el límite siempre lo acaba marcando el dinero. No hay que obstaculizar la iniciativa privada con restricciones municipales, claro que no.

La estética suele ser parecida en todos ellos, letreros luminosos instalados rápidamente, paneles con los que la multinacional de turno marca el territorio, el trozo de ruleta en la fachada aportando más caché que una vulgar tragaperras, caras jóvenes y sonrientes de exitosos jugadores que contrastan con las de los clientes que fuman en la puerta, tal vez un agujero agrandándose en la cuenta y en la boca del estómago, me voy para dentro, otra más, recupero y ya.

También hay en esta calle dos sucursales bancarias. Una lleva el nombre de una caja de ahorros que ya no existe aunque siga existiendo. La otra sucursal es del banco de un pez gordo que se comió a otro banco y luego se comió a otro banco y luego a otro más. Entre ambas sucursales bancarias hay unos grandes almacenes en los que no entran compradores desde hace décadas y una zapatería en la que ya no te puedes parar porque ya no hay zapatos ni nada y el inmueble está en venta.

Esta calle es una calle del centro de hoy en día, el centro de calles como Claudio Marcelo y Foro Romano: centro de locales llenos de ausencia como armarios difuntos o como barcas hundidas en la arena, centro de franquicias que vienen y se van con empleados que vienen y se van, franquicias del sector inmobiliario y de repuestos para teléfonos móviles y de yogur helado y de café por las nubes y de estética depilatoria, le dejo un folletito, que tenga un buen día.

Las ciudades romanas estructuraban su urbanización sobre el trazado de dos vías principales: cardo (cardus maximus) y decumano (decumanus maximus). La primera iba de norte a sur y era cruzada perpendicularmente por la segunda con el foro como intersección central. Hoy todas las ciudades van siendo casi la misma. Hoy todas las ciudades están igualadas por el poderoso trazado de otra vía, la Inditex maximus. Hoy las disputas del foro te vibran en el bolsillo del pantalón.

* Profesor del IES Galileo Galilei