Anuncios como: «Si bebes no conduzcas», «metro y medio» (ciclistas), «él no lo haría» (abandono de animales) y un sinfín de ellos más son creados por las administraciones prácticamente cada mes para que se emitan en los medios de comunicación. Y con ninguno de ellos me he sentido jamás ofendido. Más bien lo contrario, al escucharlos, he sentido alivio por comprobar que hay gente que se preocupa de mis descuidos y que me advierte de las fechorías que cometen algunos. Por tal motivo, me ha dejado noqueado el enfado que está teniendo el Movimiento Feminista de Vitoria con la Ertzaintza y la Policía local por los folletos que estos cuerpos policiales están difundiendo durante las fiestas de la capital alavesa, con medidas de prevención para evitar agresiones sexistas. En ellos se pueden leer consejos como: «No aceptes citas extrañas, ni citas a ciegas» o «No transites de noche a solas, ni por lugares apartados o poco iluminados». Advertencias que incluso juraría que he oído que se las ha dicho alguna vez mi madre a mis hermanas cuando se preparaban para salir. Pero no sé qué pasa con los colectivos feministas, ¡no se les puede decir nada! Cualquier sugerencia la tildan de machista y se enfadan. Yo les puedo asegurar que nunca he atropellado a un ciclista, pero gracias al consejo de la DGT -ahora- mantengo el metro y medio en carretera con ellos.

Los consejos que dan las Administraciones suelen tener como finalidad salvar vidas. Acéptalos o no, pero no te enfades con quien solo desea que llegues vivo a casa.