Se ha convertido en todo un referente en la fiesta de los Patios de Córdoba, al abrir su casa en la calle San Basilio a visitantes y amigos durante muchos años. Ahora, aunque ya no presenta su patio a concurso, la asociación de patios Claveles y Gitanillas, de la que es socia, le ha entregado su insignia, la Gitanilla de Oro, por «abrir las puertas de su casa para disfrute» de todos.