Bueno, al amigo Pedro Sánchez no le ha quedado más remedio que convocar elecciones generales para el 28 de abril, buena fecha, ya que media España estará de vacaciones y la otra media de Semana Santa. Quien le ha hecho caer han sido los mismos que lo auparon al poder, es decir los independentistas. Pedro Sánchez esta ahora poniendo toda la carne en el asador para tratar de ganar las elecciones, puede ser que las gane o puede que no, lo que es tan seguro como que yo estoy escribiendo este artículo, es que si las gana, es sin mayoría absoluta (eso ya se acabo para los restos).

Barco a la vista, ya tenemos que tanto un bando como otro están preparando y afilando sus armas, porque no les quepa duda alguna de que esta elecciones van a ser reñidas de narices. Ahora vamos a ver como verdaderos gallos de pelea a los aspirantes a ocupar la Moncloa, darse verdaderas puñaladas y hasta hachazos por alzarse con la victoria. Es que disfruto cuando los veo en los informativos la cantidad de chorradas que salen por sus bocas. Lo único que saben es unos y otros descalificarse, pero soluciones para los graves problemas de este país de eso mutis por el foro.

Y es que ser político es la profesión más rentable que hay en España, por lo pronto llegar a ser presidente del Gobierno, por muy poco tiempo que estés, ya te queda una pensión vitalicia para toda la vida. Y un ciudadano de a pie tiene que trabajar no se cuanto años para que te quede una miseria, chúpate esa Carrasco. Pero volvamos a lo que estaba comentando, que era, ¡ah sí!, las elecciones. ¿Que le prometería Pedro a los independentistas catalanes para que lo apoyaran en su moción de censura?, y ahora estos lo dejan caer, no apoyándole en los PGE. Yo me lo imagino, porque utilizando la lógica se saca todo, y máxime sabiendo que estos colegas no dan nada a cambio de algo. Y lo que les prometió, sabía y de sobra que no lo podría cumplir. Lo malo será que, gane las elecciones o sin ganarlas, pueda conseguir pactando con otros partidos de izquierdas y con los independentistas, escaños suficientes para poder gobernar, y entonces mejor que Dios nos coja confesados.