Les habrá pasado, ¿verdad? No notan un defecto de algo o alguien, pero en cuanto lo perciben ya no hay manera de ignorarlo. Me parecía un tanto superlativa, no sé, un poco la segunda bandera de España más grande que había visto nunca, pero sin nada que objetar. Mas hace unos meses, delante de nuestra titánica bandera de la nueva plaza de España (Llanos del Pretorio), lo vi: el escudo de la bandera está sin vectorizar. Está en un cuadrado de fondo amarillo más claro que el resto del amarillo de la bandera. ¿Les ha pasado que quieren copiar una foto encima de otra foto y como el fondo no desaparece se les queda esa chapuza entrañable a dos colores? Pues así tenemos la bandera. Y además, atravesándola, se ha quedado una línea negra extrañísima.

Comprometido como estoy con el trabajo de campo en esta columna, el pasado domingo me subí a la bici y realicé algunas comprobaciones, para descartar que todas las banderas se hagan así. Primero, confirmé que tiene el escudo sobre un cuadrado amarillo que no es legal. Lo he mirado en el Real Decreto 441/81 y el amarillo, para que no vaya cada uno por libre, tiene que ser 85-95-80 en sistema CIELAB, o sea, amarillo gualda. Un amarillo oscuro, con un chorreón de magenta y negro. Y el cuadrado no es amarillo gualda. Bajé hasta Diputación, y ahí sí: bandera española con un solo tono de amarillo (clarito). Dije: esto no prueba nada, vámonos de ruta. Busqué bandera en Hacienda Local, en Reyes Católicos, y nada hallé. Pero en el balcón de al lado hay una y no tiene dos tonos de amarillo.

Llegué al Bulevar y en el edificio de Comisiones solo había andaluza. Pero en Abogacía del Estado la bandera estaba perfecta, y en Hacienda (AEAT), también. Un solo amarillo. Por cierto: en el puesto de bufandas junto al Corte Inglés vendían una bandera con un toro, una republicana y una con la calavera pirata, y las tres tenían el amarillo bien. Ya con seguridad en mi tesis comprobé la de Hacienda Andaluza, la del Colegio de Abogados, la que ondea en el edificio de Tendillas, la del Instituto Góngora, la del Hotel Boston, las de Ayuntamiento, Rectorado, Instituto Maimonides y Círculo de la Amistad. Todas con un solo amarillo. Y adivinen: fui hasta la Ciudad de la Justicia, porque mi equipo se la jugaba en el Club Figueroa y me pillaba de camino, y obviamente la bandera de la Ciudad, como la del López-Neyra y la Comisaría, tiene un solo amarillo.

Así que la única bandera mal hecha de Córdoba es la que tendría que ir más fina. Mi teoría: se recortó un escudo de una bandera normal y se copió, controluve y a volar, sobre un fondo más gualda que el resto de amarillos. Y ahí ondea, gigante, orgulloso y sin vectorizar, parche inmenso con el pespunte a la vista. Muy español y ligeramente inconstitucional.

En dramático giro de los acontecimientos, el lunes la bandera desapareció. Espero su vuelta como el que sabe que va a ver a un amigo después de someterse a cirugía estética. Con cariño, guasa y comprobando si se ha puesto o no vectores.

* Abogado