16 sacos de arroz, una lona de plástico y bolsas de la compra acabaron con la vida de una ballena que se acercó a morir en una playa de Filipinas. ¡40 kilos de plástico! Estremece la capacidad del ser humano de dañar y destrozarlo todo a su paso. Pero nosotros también lo estamos ingiriendo, en pequeñas proporciones, y con el tiempo igualmente pagaremos envenenados nuestra indiferencia y desidia.