Muchas son las acciones urgentes tras el temporal que ha arrasado amplias zonas de Málaga y Sevilla, destrozando núcleos urbanos, viviendas, carreteras, conexiones ferroviarias, playas y cosechas. Muchas, pero la principal es atender a las personas, ayudar a las familias que se han visto con sus casas destrozadas y que lo han perdido todo. Las lluvias que alcanzaron Andalucía el pasado fin de semana, y que en algunas zonas dejaron hasta 400 litros por metro cuadrado en dos horas, pusieron de manifiesto una parte positiva: la buena coordinación entre las instituciones, servicios de salvamento y fuerzas de seguridad para afrontar el desastre y ayudar a los ciudadanos en peligro, con el triste saldo del fallecimiento de un bombero de Antequera. Afrontar los daños, que estarán cifrados en muchos millones de euros, no va a ser fácil. Solo la línea convencional de ferrocarril Boadilla-Algeciras tiene 100 kilómetros afectados, por lo que Adif ha adviertido ya de las dificultades. Las distintas instituciones están ya en marcha, ayuntamientos, diputaciones... Todos tienen competencias en algunos de los daños ocasionados. Es positivo que la Junta de Andalucía, que mantiene la alerta 2 en Málaga, se comprometiera en el Consejo de Gobierno de ayer a la recuperación de las zonas afectadas. Y cabe esperar que el Consejo de Ministros, que se reunirá el viernes en Sevilla, apruebe ayudas especiales para la zona, H