El que avisa no es traidor, pero sí quien niega el aviso. Si en mayo te advierten que en verano se espera un atentado yihadista en La Rambla de Barcelona, pasan dos meses, no haces nada y el atentado finalmente se produce, quien recibió el aviso no es culpable de los asesinatos, pero sí de no haber gestionado bien la información, y quizá de no haberlos evitado. Esto está ocurriendo hoy en Cataluña. Como han publicado El Periódico, CÓRDOBA y las cabeceras de Zeta, sólo cuatro días después del atentado, el 21 de agosto, EEUU confirmó por escrito que el 25 de mayo había advertido a los Mossos que la Rambla era un objetivo veraniego del ISIS. El TCTC --National Counterterrorism Center, creado en EEUU tras el 11-S, encargado de coordinar la información sobre el terrorismo islamista recopilada por la CIA, el FBI, la NSA y otras agencias federales de información-- avisó a nuestro CITCO --Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado--, el CNI y los Mossos d’Esquadra. Según el texto de mayo, «el Estado Islamico de Irak y ash-Sham (ISIS)» planeaba «llevar a cabo ataques terroristas no especificados durante el verano contra zonas turísticas muy concurridas en Barcelona, España, específicamente en la calle La Rambla». El conseller de Interior, Joaquim Forn, tras haberlo negado, se ha visto obligado a reconocer que el 25 de mayo recibieron un aviso. La ocultación habría continuado sin la información de El Periódico, negada inicialmente. En cualquier país serio -Cataluña no lo es, pero aspira a serlo--, esta unión de negligencia y falsedad sólo podría sellarse con una dimisión honrosa o una digna destitución. Pero el Govern no está en eso, sino en traficar con todo, sea lo que sea, frío o caliente, para lograr su causa. Dice Íñigo Gómez de Vigo que no debemos hablar de todo esto. Pero si no lo hacemos, si no se aclara pronto, estaremos vendidos al terror, porque la gestión de la información es nuestra mejor protección. No son los autores, pero pudieron evitarlo.

*Escritor