La vida nos trae entre sus pliegues mil anécdotas cada jornada. Una de ellas, por ejemplo, el autógrafo de la Iglesia en la escayola de los jóvenes. Al término del encuentro que mantuvo el Papa Francisco con cientos de jóvenes, en los primeros días del Sínodo, uno de los participantes pidió al Pontífice que estampara su autógrafo en la escayola que portaba en su brazo derecho. El Santo Padre procedió a la rúbrica, provocando el aplauso, las risas y el contento de los asistentes. Fue una imagen simpática e insólita que representó a la perfección el clima de alegría que reinó durante todo el encuentro, celebrado en el contexto del Sínodo de los obispos, que en esta edición versa sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Francisco refrendó esa receptividad con los jóvenes que quiere para la Iglesia con sus propias palabras durante el encuentro celebrado en el Aula Pablo VI: «La Iglesia no sale hacia las nuevas generaciones, sino que sale con las nuevas generaciones, y el Sínodo es fruto de un trabajo en el que vosotros habéis sido y sois protagonistas». En la emotiva fiesta de los jóvenes con el Santo Padre se escucharon distintos testimonios: Varios jóvenes compartieron sus difíciles situaciones personales con el Papa y con todos los presentes. Todos ellos llegaron a la misma conclusión de sentirse afortunados por haber conocido el amor misericordioso de Cristo. «Me impresionan sus historias personales llenas de pasión y de dolor», expresó Francisco. «Lo más conmovedor de sus historias es el descubrimiento de que otra vía es posible: Jesús no nos deja solos en nuestra aventura». Y les insistió también: «La esperanza nos interpela, moviliza y rompe el conformismo del «siempre se hizo así» y nos pide levantarnos para mirar de frente el rostro de nuestros jóvenes y las situaciones en las que se encuentran. La misma esperanza nos pide trabajar para revertir las situaciones de precariedad, exclusión y violencia a las que están expuestos nuestros muchachos». El autógrafo sobre la escayola fue un gesto, pero los mensajes calaron profundamente.

* Sacerdote y periodista