Vengo observando durante esta primavera gran cantidad de talas y de podas en la arboleda de nuestra ciudad. Quiero recordar a quien competa la dirección de dichas actuaciones que recientemente Córdoba fue declarada Ciudad en Emergencia Climática. Dicha declaración compromete a este ayuntamiento a ser responsable y cauto a la hora de tomar decisiones que afecten a cuestiones medioambientales. Como es bien sabido, nuestra ciudad necesita de sombras durante el verano, es esencial para poder salir a la calle, y muy lejos de esta necesidad, se han realizado podas fuera de la temporada indicada para ello, con una serie de consecuencias:

-Repercuten directamente en el bienestar de las personas que tenemos que soportar altas temperaturas durante verano en los desplazamientos.

-Se aniquilan centenares de aves en pleno proceso de anidamiento y reproducción.

-Se debilita a los árboles, pues al realizar la poda justo cuando están despertando del invierno, cortan todo su proceso vital, abriendo el campo de posibilidades de caer enfermos, lo que posteriormente será causa de tala, reduciendo el número de árboles necesarios en la ciudad y yendo en contra de las actuaciones para frenar el cambio climático al que se comprometió este Ayuntamiento.

Al hilo de este punto tres, me centro ahora en las talas que se han llevado a cabo. Aun en el caso de haber talado árboles (ya de bastantes años visto el diámetro de su tronco) con el argumento de encontrarse enfermos, eran árboles que no suponían riesgo para las personas. No obstante, si es necesario talar, pueden hacerlo en otoño, cuando las aves han completado su proceso de reproducción, y el árbol ha regalado toda su sombra a viandantes durante el verano.

Como ciudadana de Córdoba, que cumplo con todas mis obligaciones morales y económicas, me siento en el derecho de exigir a este Ayuntamiento, que consideren los árboles como seres vivos que no les pertenecen, que son de todos y todas las personas de la ciudad, que no son meros objetos decorativos, que cumplen una función, la de protegernos. Exijo que las personas del área de Infraestructuras de Córdoba ejerzan con responsabilidad y la ética que merece el puesto de trabajo que ocupan.

Para terminar necesitaría se comprometieran públicamente a rectificar las actuaciones en parques y jardines y de modificar la política que hasta hoy están llevando a cabo en sus decisiones relativas al arbolado de la ciudad. De paso, les ruego vuelvan a plantar nuevos árboles en todos los alcorques vacíos, que son muchos, y a plantar en zonas en las que no hay ninguno, pero por favor, háganlo en otoño.