Este jardinero municipal salvó la vida de un hombre que sufrió un infarto cuando paseaba con sus nietos por el parque de La Asomadilla. Alertó a los sanitarios del 112 y mientras llegaban siguió las instrucciones que le daban por teléfono para ayudar al enfermo. Una acción que exige rapidez de reflejos y cierta valentía, y que nos habla de la necesaria solidaridad entre los seres humanos.