En tres ocasiones en 2012 y otras tres en 2013, los colectivos sociales del Distrito Sur solicitaron "legalmente", como al alcalde le gusta que otros hagan las cosas, el uso del ya entonces cerrado Colegio Rey Heredia. Su objetivo no era jugar a las cartas, o montar una peña. Era trabajar con personas en riesgo de exclusión social, con gente que estaba (y están) sufriendo las miserias de los recortes públicos aplicados por PP y PSOE. Colectivos que trabajan con jóvenes en valores de paz y solidaridad.

Nieto acude raudo a ceder terrenos a entidades privadas con ánimo de lucro o mira a otro lado para que no salga a la luz la apropiación por parte de la Iglesia de lugares valiosísimos, moral y terrenalmente, de los cordobeses. Sin embargo, en este caso, en el que la clase trabajadora le solicitó una "migaja", propiedad también de la ciudad, no dijo ni que sí ni que no. Ninguneaba. No era "su prioridad".

La Acampada Dignidad, compuesta en parte por aquellos colectivos, decidió, en octubre de 2013, que las leyes injustas no las cumplía. Que cuando una institución obvia a gente necesitada, ésta no puede esperar a que sea una prioridad para quien la suya es aumentar los privilegios de la clase a la que sirve.

Durante un año, en vez de costar 200.000 euros que ya ha tenido que poner, por ejemplo, el Ayuntamiento para arreglar desperfectos en la antigua cárcel, también abandonada, la Acampada Dignidad ha gastado 24.000, surgidos de la solidaridad, para arreglar el Rey Heredia. Cien personas al día comen gracias al apoyo mutuo de la gente, otro centenar de niños y niñas son ayudados con sus estudios. El etcétera ya lo conocen los cordobeses.

Córdoba se ha volcado con el nuevo Centro Social Rey Heredia. Nos cortó Nieto el agua y, al rato, ya había en la puerta varios coches con botellas. Comida, fresca y no perecedera, llega a diario para que familias completas puedan "hacer como que no pasa nada" a sus hijos e hijas. El 10 de mayo, antes de que la justicia le diera un revés a Nieto, miles de cordobeses salieron a la calle contra el cierre del centro.

Es hora de que los ciudadanos reclamemos de una vez, lo que está en las leyes, españolas e internacionales, las cuales dicen que cualquiera tiene derecho a la rebeldía cuando los gobiernos practican políticas injustas contra ellos, que tenemos derecho a un trabajo, a una vivienda, a sanidad y educación públicas y laicas, y que es obligación del estado garantizarlo. Todos los gobiernos que hemos tenido desde la aprobación de la Constitución Española han sido y están siendo incumplidores absolutos y recalcitrantes de la legalidad. Esa legalidad a la que el Sr. Nieto se agarra, después de hacer las leyes a su gusto y de incumplir las que no le gustan. Pero ¡cómo la justicia también son ellos!

Y es hora de que recordemos que toca rebeldía y desobediencia civil. Como aquella que decidió llevar a cabo Rosa Parks, en la que dicen que es la mayor democracia del mundo, EEUU, donde la ley prohibía a los negros y negras sentarse en el autobús. ¿Era legal aquella barbaridad? Sí. ¿Hubiera cambiado si Rosa Parks no decide incumplirla? ¿Seguirían en India sufriendo las injusticias de los británicos sin la desobediencia civil de Ghandi? ¿O en Sudáfrica sin la de Mandela? Ejemplos todos de rebeldía sin violencia, con argumentos, desmontando las mentiras y las injusticias de quienes roban al pueblo para darle lo robado a los más poderosos. Aunque supongan muertes, suicidios, hambre, miseria, enfermedad, incultura... Es la historia repetida, y tiene toda la pinta de que toca ya, sin falta, volver a jugar el papel que otros y otras anteriormente jugaron para que tuviésemos lo poquito que hemos tenido hasta hace un tiempo y que ya nos han vuelto a quitar.

La Acampada Dignidad, con el apoyo del Consejo de Distrito Sur y de la inmensa mayoría de los ciudadanos cordobeses, no va a desalojar el Rey Heredia porque el Sr. Alcalde tenga que demostrar su autoridad (que, por cierto, hasta ahora la justicia le niega) Hemos cumplido todos los requisitos legales exigidos, no queremos que nos subvencionen nada. Ahora resulta que exige que se escenifique una "derrota" para que el ejemplo no cunda. Se equivoca, Sr. Nieto. Si algo tenemos claro es que no nos fiamos de su palabra, la cual, con los trabajadores, tiene valor cero. Como ya no hay ningún obstáculo legal, firme usted la cesión, y, dé continuidad a la "loable labor" (como usted la ha calificado) llevada a cabo en el Rey Heredia.

Y, evidentemente, se demostrará que usted tiene que gobernar para quienes le pagan su sueldo y que, para el Polideportivo del Sector Sur, para la antigua cárcel, para el colegio Félix Ortega, y para los más de 160 edificios abandonados por las instituciones en Córdoba, tendrá que negociar con sus propietarios, los cordobeses, su uso. Porque usted, hasta ahora, lo que hace es negociar con otros cómo regalar de lo que es de todos y todas.

* Coportavoz de Acampada Dignidad