El ministro sueco de Interior está en el punto de mira después de conocerse que el sospechoso uzbeko del atentado con un camión en el centro de Estocolmo del viernes pasado tenía una orden de expulsión de Suecia. Su solicitud de asilo fue rechazada en el 2016 y la policía lo buscaba desde el pasado mes de febrero. En el suceso murieron dos suecos, un británico y una belga.