Los avances tecnológicos han empujado a que determinados puestos de trabajo hayan acabado por desaparecer con el tiempo o estén a las puertas de hacerlo. Del séreno, latonero, afilador, pregonero, colchonero, lavanderas, lechero... solo se sabe ya por algunas fotos que vemos en blanco y negro. Pero no siempre la extinción de estos oficios hay que achacarla al olvido, la falta de ayudas, los vertiginosos cambios en los hábitos sociales y la crisis, que ha asfixiado en los últimos años muchos trabajos artesanos. Acaban de dar a conocer que la hermandad mundial de los tragasables no reúne ya ni a 100 miembros, cinco veces menos que, por ejemplo, el gremio de astronautas, y solo uno de ellos es español. Por qué será.