F ue en Montalbán durante el V Congreso de Fecoan (Federación Andaluza de Cofradías Vínicas y Gastronómicas) cuando se supo que Castro del Río había creado la Cofradía del Bacalao. Lo anunció el alcalde, José Luis Caravaca, y hoy tiene lugar el acto oficial. El saludable ajo de Montalbán y el bacalao semanasantero de la ciudad del Guadajoz, me ha recordado el Ajoarriero; ese guiso tan exquisito con buen aceite, huevos, ajo y bacalao. En el Congreso de Montalbán se dijeron cosas muy importantes. Se exportan gran cantidad de ajos a Francia, Alemania, e Inglaterra; y a todo el mundo. Un milagro dado el poderío de China en la producción de esta planta liliácea con olor tan característico. Poderío en cuanto a precios tan baratos pero no en cuanto a calidad. El sello «Ajo Español» se va a imponer próximamente como una seña de identidad que reconozca su procedencia. Español, andaluz, cordobés, de Montalbán. Felicito a su alcalde, Miguel Ruz, por lo bien cuidado que está el pueblo. Soy un forofo de este «antídoto contra el veneno» que así lo alababa Galeno, médico romano, allá por el año 2000 a.d.C. Me fío, asimismo, de Aristóteles, que en Grecia consideraba el ajo como alimento tónico y laxante. ¿Enseñan hoy los matrimonios jóvenes a los niños imberbes a decir ¡ajo! como primera palabra? Lo dije en Montalbán: en un librito especial de Nestlé se preguntaba por la primera fotografía del niño y por la primera palabra que pronunció. Mi padre apuntó «ajo». El decir Ajoarriero de niño hubiera sido más difícil. Pero ahora con bacalao de Castro del Rio será muy fácil y apetecible comerlo.

* Periodista