Me gustaría agradecer la labor que prestan a diario muchos empleados de Cajasur, trabajo que realizan ejemplarmente en silencio y que la mayoría de las veces pasa inadvertido. Cuando uno asiste a sus oficinas le gusta que le atiendan correctamente, que le informen adecuadamente y que le solventen las dudas de una manera eficaz ante cualquier gestión. En este sentido, quisiera recordar a los que se fueron y a los que aún siguen ejerciendo actualmente en la oficina del Marrubial, por su profesionalidad, compromiso y talante humano a: José Rivas García, Manuel Guzmán Andújar, María José Nieto Nieto, Antonia Mª Osuna Román y por último a José Llamas Salas, a los que califico como excelentes en todo el sentido de la palabra.

Estoy. convencido de que muchos de los dirigentes de Cajasur desconocen el talante profesional y el capital humano de estos empleados y de otros muchos, sencillamente porque no están presentes cuando suceden los acontecimientos. Están situados en otra órbita distinta, en otra dimensión donde solo interesan los resultados, donde hay que cumplir con una serie de objetivos por encima de muchas situaciones personales. Por citar algún ejemplo publicado en prensa, Cajasur obtuvo un beneficio de 19,5 millones en 2018, lo que supone un aumento del 10% sobre 2017. Esto me parece normal pero sería extraordinario si se tradujera en aumento de recursos humanos.

A los dirigentes de la entidad les diría que conozcan o intenten conocer un poquito más a fondo a sus propios empleados. Les garantizo que se van a sorprender y además van a ganar en otros aspectos que también son importantes en la vida pero que se olvidan con suma facilidad. ¡Tengo la seguridad de que muchos se lo agradecerían! Porque todo no se basa en la cuenta de resultados hay valores más importantes que debemos cuidar y a buen seguro nos hará mejores personas.

Gracias de todo corazón: José, Manuel, María José, Antonia Mª y Pepe por vuestro compromiso, cercano a las personas, porque confiamos en vuestro trabajo. Así es que enhorabuena a todos por ofreceros a los demás de la manera que lo hacéis, de forma sencilla, amable, profesional y con una empatía infinita.