«El otoño rima bastante con no me toques el coño», «Caminar borracha y con tacones debería ser deporte de riesgo» o «Cuidado con comerse el mundo que luego hay que cagarlo» son algunos de los lemas que ilustran una serie de agendas escolares que hasta ayer se distribuían en la zona infantil de una gran superficie comercial en Madrid, retiradas una vez que se ha desatado la polémica al conocerse tal exhibición de mal gusto, cuando no de zafiedad. Vivimos tiempos en los que casi todo vale con tal de vender, no importa el posible daño o mal que se haga, aunque sea a quienes deben ser objeto de la mayor protección: menores y adolescentes.