Si hay algo que no se les puede negar a Puigdemont, Torra y los suyos es su astucia de vendedores de humos, son capaces de sacar del sombrero la Sagrada Familia sin inmutarse o subir el Mediterráneo a los altos de Montjuic y desde allí trasladarse a Bruselas sin despeinarse. Son verdaderos artistas a la hora de vender su procés, eso hay que reconocerlo, porque encima lo hacen con los millones que reciben de Madrid. Al menos lo hacen mucho mejor que los Gobiernos de España (el de Rajoy y ya también el de Sánchez), que no dan una, ni cuando rectifican. Pero, además a las claras, en público, sin miedos, con altavoces, a plena luz y con alevosía...y hasta con recochineo.

Por eso resulta fácil refundir la Agenda caliente que ya se han fijado para revolucionar Cataluña durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, Todo está programado y estudiado en la Casa de la República de Waterloo, hasta el regreso triunfal del huído Puigdemont. Veamos:

1) 4 de septiembre. Ayer, discurso oficial del President anunciando la apertura del curso político. Las bases del discurso: a) ataque frontal al injusto Estado español por la persecución mantenida contra Cataluña y aviso al presidente Sánchez de que no habrá más reuniones hasta que pase de las palabras a los hechos y apruebe la celebración del Referéndum de Autodeterminación. b) Petición no negociable de la puesta en libertad de los «presos políticos» y regreso de los exiliados. c) Llamada al pueblo de Cataluña para llenar las calles el día 11 y transformar la celebración de la Diada en un adelanto del soñado 14 de abril; y d) Un «paro de país» total para recordar los heridos y las criminales cargas policiales del 1 de octubre del 2017.

2) 7 de septiembre. Reconstrucción acto leyes de desconexión. Se trata de recordar los Plenos del 6 y el 7 de septiembre del 2017 y la aprobación de las Leyes de Transitoriedad jurídica y fundacional de la República y la del Referendum en el que los 71 diputados que habían votado a favor se ratificarán pero no de manera oficial para evitar la nulidad constitucional. Quieren que sea un acto emotivo, con velas rojas y silencio total.

3) 11 de septiembre. Celebración de la Diada, que según ellos será la «Diada de la ruptura», pues pretenden que más de 2 millones de catalanes se echen a las calles pidiendo la Independencia y para ello ANC y Omnium Cultural llevan ya días organizando viajes pagados desde todos los puntos posibles. Pero la vanguardia se les ha concedido a los CDR, que serán los encargados de «encender» el ambiente con sus gritos y sus vítores, y este año con una bomba que esperan sea la gota de agua que colme el vaso: un nuevo himno para un nuevo Estado (ya no les vale ni El Segador). La letra ya está en las Redes sociales. Dice así:

"Todo el pueblo cantará/ la melodía de los indignados,/ es Cataluña quien se rebela/ y lucha por la libertad./ Que los latidos de nuestros corazones/ resuenen fuertes como mil tambores/ y que un nuevo día comience ahora/ cuando salga el sol./ Lucharás a mi lado/ seremos más fuertes si estamos unidos;/ más allá de la mentira/ y la violencia está la paz./ ¡Sonríe, levántate/ y lucha por la libertad!/ Todo el pueblo cantará/ la melodía de los indignados,/ es Cataluña quien se rebela/ y lucha por la libertad./ Si unimos nuestras fuerzas/ el enemigo no pasará;/ el juego sucio y sus abusos/ no nos podrán nunca acallar;/ codo a codo rompemos/ las cadenas de la represión./ Todo el pueblo cantará/ la melodía de los indignados,/ es Cataluña quien se rebela/ y lucha por la libertad."

4) Entre 20-25 septiembre. Lanzamiento público de la ‘Crida nacional’. Según están declarando partidarios de Puigdemont y según partidarios de Oriol Junqueras se está al borde de un acuerdo, pero no de integración de ERC en el nuevo partido-movimiento que pretende el huído Puigdemont, sino como una «coalición electoral». Las discrepancias surgen con el nombre que se presente a esas elecciones ya a la vista. El huído y Torra defienden el nombre de la «Crida» y y los de ERC pretenden que sea un nombre distinto aunque agrupe a los dos para las Elecciones.

5) 1 de octubre. «Un paro de país». Según están declarando todos el 1 de octubre será la «fiesta grande» del independentismo, ya que el objetivo es paralizar toda Cataluña (comunicaciones, comercios, espectáculos, iglesias, fábricas, colegios, oficinas y etc). A imitación de los sindicatos ya se están creando «comités de información» para que la huelga sea total. Según Elsa Artadi esa noche podría ser la noche de la desconección del Estado.

6) 6 de octubre. Acto recuerdo del 6 de octubre del 1934 y homenaje adelantado a Lluis Companys. Los independentistas, con Puigdemont a la cabeza, pretenden que este 6 de octubre sea definitivo, ya que aspiran a que 84 años más tarde puedan proclamar el «Estado Catalán Independiente». Para motivar más a los independentistas el president Torra ya está preparando un acto emotivo en recuerdo del fusilamiento de Lluis Company del 15 de octubre de 1936.

(Agenda secreta. Todo esto está anunciado por ellos, lo que hasta ahora han callado y llevan en secreto son estas tres provocaciones al Estado: a) Al parecer, el president Torra, como máximo responsable de las prisiones catalanas, autorizará la salida de los presos que han sido trasladados a Cataluña para que estén presentes en la Diada. b) Se pretende que los miles o millones de independentistas que acudan a la manifestación de la Diada porten personalmente un lazo amarillo colgado al cuello. c) La noche del 7 de octubre proyectan montar una cadena humana que vaya desde el Palacio de San Jaime hasta la Montaña de Montjuic, donde fue fusilado Luis Companys, al tiempo que a una hora indicada se produzca la cacerolada más grande de la historia de España y la petición oficial al Estado español para que anule el juicio sumarísimo que condenó a muerte al que fuera Presidente de la Generalidad).

Bien, a esta «Agenda caliente» ¿cómo responderá o puede responder el Gobierno del Sr. Sánchez? ¿Tratará de prevenir antes de curar, o acudirá al bisturí cuando, tal vez, el cáncer ya no tenga remedio?.

* Periodista y miembro de la Real Academia de Córdoba