Teniendo en cuenta la fecha en que se presentó el himno andaluz (años treinta del siglo XX), a mí, para hoy, ya no me gusta tanto. Siento poner la nota discordante pero no puedo evitar publicar esto precisamente porque siento a Andalucía, mi tierra, tanto como a mi madre. La letra de nuestra principal canción tuvo sentido- su melodía siempre tendrá sentido- en el momento en que se presentó. Andalucía venia de una historia continuada de maltrato a su masa de población. Que sí, que el arte no paró de crecer y renacer en el seno de tanta adversidad social. Pero quizá sea por eso que digo, porque el arte -como un duende bueno- se desarrolla más fácilmente cuando se convierte en arma de felicidad y consuelo del oprimido. Pero todo eso ya pasó. Hay que cambiar la letra y cuando dice hoy «Andaluces levantaos» debería gritar de una vez «¡Andaluces descansad». Porque esos tiempos que parecieron infinitos e invencibles, donde solos unas pocas estirpes podían auto realizarse como personas, han sido aplastados por la democracia. Los malditos años donde nuestras mujeres eran ninguneadas y nuestros hijos condenados a no desarrollarse intelectualmente por fin terminaron. Por tanto, repito, ahora es hora de que el himno diga «Andaluces descansad» (porque, además, aparte de oprimidos y ninguneados, hemos trabajado de sol a sol incluso más que los mulos). Y tampoco estoy de acuerdo con la vigencia de la siguiente estrofa del himno que dice «Los andaluces tenemos que volver a ser lo que fuimos...» ¡de eso nada monada! Porque miren ustedes, nosotros no debemos volver a ser lo que fuimos; al menos, la inmensa mayoría por todo lo que he dicho. Y porque aun siendo cierto que, en arte, ciencia, literatura, conquistadores, etc, nos llevamos la palma de la historia del mundo, también nos llevamos la palma de una mano llena de callos de un pueblo condenado a la inmovilidad social. Por eso digo que el pueblo andaluz, nosotras y nosotros, tu y yo, hoy estamos viviendo la mejor época de nuestra historia en un sistema por supuesto mejorable y que vamos a mejorar, pero que significa la consagración legal de la igualdad de oportunidades y, por tanto, de las opciones reales de que todos nuestros hijos no se resignen a tener un futuro semejante al de los mulos de antaño. La letra del himno, ha quedado gracias a Dios, desfasada. Y que más prueba que dicho himno que trata de elogiar al pueblo andaluz, en su letra, obvia totalmente a nuestras mujeres: bisabuelas, abuelas y madres: Los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos, hombres de luz, que, a los hombres, alma de hombres les dimos. ¿Y dónde se deja este himno a nuestras hijas? No podemos permitirlo. Lo dicho, hay que actualizarlo.

* Abogado