El pasado 28/8 aparece una carta al director con foto de un parapente, en el Diario CÓRDOBA. El firmante se queja de las molestias por el ruido de estos chismes voladores. Días atrás en un programa de tarde de RTVA el reportero entrevista a un grupo de señoras que se quejan del ruidazo y polvaredas de los vehículos barredores de Sadeco, pero se entromete otra diciendo que más molestos son los parapentes, insiste pese a que un señor la contradice. Y, hete aquí que el firmante de la susodicha carta rompe una lanza por esta señora y le publican su preciosa carta en la prensa. Creo que por su condición de presidente de una macro-asociación de vecinos de la zona sur, periférica de la capital, más que por el contenido y oportunidad del escrito.

Entre los años 90 y 93 «disfruté» de la actuación de este personaje, a la sazón importante cargo «sindicalero» ante la Administración de la JA (Junta de Andalucía). Yo, como funcionario de un puesto importante, sufría acoso laboral y moral, el llamado mobbing, por parte de mi superior jerárquico, incompetente nombrado a «dedazo», con la desatención y actitud esquiva de la persona delegada de Asuntos Sociales, igualmente «dedaza» de la JA y también del «sindicalero», que no movía un dedo por mí, pese a mi frecuente requerimiento; por último le rogué que me procurara una entrevista con la delegada que me eludía. Pero no lo hizo y terminé por abandonar mi puesto, mejor que cometer una barbaridad. Menos mal que yo era funcionario del Estado por oposición.

Madre del cordero: Se trataba de colocar en mi puesto, calificado en la RPT de la JA como AB, con nivel 26, a un personaje del grupo C con nivel 18, presunto amiguete del «triángulo de las Bermudas» y así se hizo.