La Academia del Gazpacho Andaluz ya es una realidad tras la investidura de los primeros académicos en Sevilla, donde ha sido fundada esta asociación. La preside Juan Robles y el secretario es Juan Infante. ¿Y por qué tal distinción «académica»? Es un alimento que consumimos de forma semejante a como lo hicieron nuestros ancestros y forma parte de nuestra identidad cultural. Como académico agradecido por tal distinción, pregunto: ¿quien levantó la cocina mediterránea en el sentido de hacerla universal? La respuesta es obvia: el aceite de oliva virgen que afina el sabor del gazpacho, plato humilde a base de agua fresquita, tomate, pan de hogaza, sal, ajo y, buen vinagre. En una receta de principio del siglo XX, se aludía a una «vasija untada con ajo por dentro» donde se mezclaban todos esos ingredientes y algunos más. El cocinero Salvador Gallego, decía: «Hoy la gente quiere la comida de toda la vida. Con sencillos ingredientes los andaluces levantamos monumentos gastronómicos. Ahora los mejores restaurantes del mundo no pueden permitirse el lujo de que en su carta falten platos como el gazpacho». Es un alimento exponente de la ciencia de las vitaminas y el verdadero representante de la Dieta Mediterránea. Durante el acto de investidura el cocinero Enrique Sánchez pronunció el pregón de exaltación del gazpacho andaluz. Lo pergeñó hablando con un vaso de gazpacho. Aparte de académicos de número, fueron nombrados académicos de honor Antonio Pulido y el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, que dijo: el gazpacho se identifica en todo el mundo con Andalucía.

* Periodista