Dice el refrán: «En abril, aguas mil». No es que siempre se cumpla, pero el mes comienza con pronóstico de agua, y es tan necesaria que ni siquiera la necesidad de turistas impide este deseo. El sábado, aunque se levantaron vendavales que olían a humedad, el tiempo respetó las numerosas actividades al aire libre que se celebraban en Córdoba. Ayer el día comenzó con aguas y se quedó en poco más de dos litros en la capital. Dicen que hoy vendrán ya las lluvias verdaderas, y bienvenidas que serán, con el deseo de que sean apacibles y no dañen mucho a la Feria del Libro, y que respeten nuestra Semana Santa. Nunca llueve a gusto de todos, según otro dicho conocido, pero tampoco es malo expresar los más fervientes anhelos.