¡Hay que ver de qué manera se está animando el cotarro! ¡Es una auténtica feria! Los partidos políticos se engalanan, sacan sus mejores ofertas en una carrera contra reloj, para ocupar la franja de audiencia más importante, mayor propaganda, mejor imagen. En algunos, es todavía una lucha interna para decantarse por un líder, incluso con maniobras más o menos limpias, para arrebatar puestos importantes de dominio. Te quito a ti, para ponerme yo; nunca velando por los intereses del ciudadano. Sería interesante conocer las verdaderas intenciones de nuestros políticos: qué hay dentro de su corazón, su ambición, su deseo de dominio, su codicia, y también de sus verdaderos valores: su honestidad, su profesionalidad, su deseo de servir en vez de aprovecharse. Porque como dice el refrán: «En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, sino solo del color del cristal con que se mira». Por eso se han desarrollado, con una novedosa técnica, unas gafas especiales, para poder «ver» lo que hay dentro del corazón de nuestros políticos. Son las gafas coranoscópicas. Sus cristales, utilizando el color azul, rojo, naranja o morado, con los que se identifica cada partido, permiten analizar lo que hay dentro del corazón de cada representante político. Hay disponibles juegos de gafas con distintos colores para saber de verdad si todo lo que prometen tienen intención de cumplirlo, si su corazón es lo suficiente grande como para que quepan las necesidades de «todos» los que vivimos en esta hermosa nación, independientemente de su región o provincia, procedencia, religión o credo político. Si tienen el valor suficiente para gobernar con justicia y equidad, velando, cómo no, por los más desfavorecidos. Qué mal político, sea del partido que sea, el que intenta dividirnos. Ellos son los causantes y únicos responsables por su ambición y cortedad de miras, de la confrontación y mala convivencia que tenemos en toda la familia española.

<b>Julio César Jimena</b>

Córdoba