El voto se ha vuelto muy volátil en España. El multipartidismo, que parecía una dinámica reservada a las comunidades autónomas y a los momentos de crisis económica más intensa, ha llegado para quedarse. El último sondeo del Gesop, cara a las inminentes elecciones generales del día 28, evidencia que algunas dinámicas en los dos principales bloques ideológicos van a marcar tanto la campaña como el resultado final. En primer lugar, el PSOE tiene más que movilizados a sus votantes del 2016. Todo indica que están satisfechos con la gestión de Sánchez en esta agitada legislatura. También la tendencia dentro de los votantes de Podemos a dar respaldo al actual líder del PSOE. Con todo, este bloque podría estar a 15 escaños de la mayoría absoluta, lo cual los pone a los pies del PNV y del independentismo catalán. Junto a Podemos, los indecisos se concentran también entre quienes votaron a Ciudadanos en 2016. El sondeo pone de manifiesto que la trayectoria de Rivera en estos tres años ha despistado a muchos de sus electores. Buena parte de los pactos poselectorales dependen de ellos. Si se la juegan se pueden encontrar con que sus votos sirvan para pactar con Vox y hacer presidente a Casado. Con todo, la triple derecha estaría a 35 de la mayoría necesaria. A quien no parece que le salgan los números es al nuevo líder del PP. Las alas que le ha dado a Vox en Andalucía no le aseguran ni un mejor resultado ni un mejor bloque.