El próximo domingo, toda la ciudad de Palma del Río tiene depositada su esperanza con la diosa fortuna, en el número 21159. Una apuesta solidaria, a partir del número de habitantes, a 31 de diciembre de 2018. Eso será suerte, pero los presupuestos locales, de este jueves, no están en manos de dioses sino de mortales. Hombres y mujeres, que seguro, movidos por su amor a la ciudadanía, antepondrán siglas y consignas para afrontar los retos de 2020, que son muchos y muy serios.
La partida de personal es el capítulo mayor del presupuesto. Los funcionarios públicos, profesionales al servicio de la comunidad, han sufrido estos últimos años sensibles recortes en sus salarios, que ahora, poco a poco, ven restituidos sus derechos laborales. La Casa Consistorial requiere del compromiso de todos para abordar los retos de una sociedad emergente preocupada por una economía sostenible, por la eficiencia energética y por el desarrollo de las nuevas tecnologías. El modelo de gestión municipal está en un proceso de cambio donde el sector público tendrá un mayor compromiso en ciudades donde no hay más gobierno que el municipal. Los ciudadanos demandan más y mejores servicios y, equipo de gobierno, corporación y funcionariado son conscientes del importante papel que juegan en la construcción de una sociedad más libre e igualitaria.
Cada cuatro años tienen lugar elecciones municipales; cada año se elabora un presupuesto y cada día se gestionan intereses generales. No dependemos de la suerte del número 21159, sino del número global del presupuesto que se destina a servicios públicos, alumbrado, agua potable, colegios, mantenimiento de vías públicas, parques, jardines, espacios culturales, juveniles, deportivos, sociales, inversiones en equipamiento y un largo etcétera, que se logra desde la unidad, el diálogo y el compromiso con el ciudadano. Los representantes municipales son la expresión legítima de la voluntad del pueblo en un sistema democrático. Los ordeno y mando, son los sátrapas de las dictaduras. Libera me Domine.
* Historiador y periodista
