Este año, que cerramos con las elecciones andaluzas, está siendo un año de contrastes en el sector de la construcción y las infraestructuras. Por una parte, la edificación residencial --y también lo que llamamos actividad inmobiliaria-- ha retomado el pulso después de una de las peores crisis que hemos conocido, pero sin echar las campanas al vuelo. Por otra, la obra civil se mantiene en mínimos y, desde primavera, se está notando el efecto de la nueva Ley de Contratación porque el 80 por ciento de las licitaciones se hicieron en el primer trimestre.

Quiero decir, que el sector se ha ido recuperando muy despacio y todavía está muy lejos de los números que todos recordamos. Y también quiero decir que su actividad y sus retos también son muy diferentes, diferentes como los momentos en los que nos encontramos, que son tremendamente importantes para Córdoba y su provincia.

Desde Construcor apoyamos las demandas del Gobierno andaluz para mejorar la financiación autonómica. Estamos convencidos de que en Andalucía necesitamos cerrar las brechas que tenemos con la media del resto de comunidades autónomas españolas en materia de servicios sociales y de las infraestructuras que sirven para prestarlos.

Andalucía es tan de primera como cualquiera o más, y siempre lo vamos a reivindicar. Pero en Construcor también queremos demandar, y con mayor razón, que la financiación presupuestaria para Córdoba mejore sustancialmente y se cierre la brecha con otras provincias andaluzas porque, sin entrar en quiénes han hecho más o quiénes han hecho menos, las inversiones públicas que se destinan a Córdoba son muy mejorables.

Desde el mundo de la empresa, y desde nuestro sector, vemos a diario las posibilidades y el potencial de Córdoba y su provincia, y vemos lo que se puede hacer con los recursos que tenemos y lo que se deja de hacer.

Hoy, las ciudades y las provincias que más avanzan son las más colaborativas entre sus instituciones y sus empresas. Entre sus administradores políticos, sus gestores técnicos y sus empresarios. Sean del partido que sean los primeros; lleven el tiempo que lleven los segundos y sean de la actividad que sean los terceros, aunque en este caso me estoy refieriendo a nuestro sector.

Las políticas urbanísticas y las políticas presupuestarias para las infraestructuras tienen que estar acordadas y funcionar al margen de las ideologías y los intereses particulares, como pasa en otras comunidades autónomas más pequeñas y más dinámicas y como en ocurre en otras provincias andaluzas. Porque el último fin que tienen es el de mejorar la vida de los cordobeses a través del empleo que crean las empresas. Por eso, les quiero pedir a los parlamentarios cordobeses que sean elegidos, que miren antes por Córdoba y colaboremos juntos para liberar su enorme potencial.

* Presidenta de Construcor