Las elecciones autonómicas andaluzas del próximo 2 de diciembre no son la primera vuelta de unas generales, aunque hay algunos que lo piensan, y así lo dicen, sin caer en la cuenta de que, con esa afirmación, que responde a un criterio equivocado, están tirando piedras contra su propio tejado. Todos miran nuestras elecciones pero son las nuestras, porque los andaluces, o la inmensa mayoría de los andaluces, consideramos estos comicios como exclusivamente nuestros, porque somos nosotros quienes nos la jugamos y lo que vamos a votar lo haremos pensando en nosotros, ya que sus consecuencias seremos nosotros quienes las disfrutaremos o las padeceremos. Pero va a ser inevitable, y no hay por qué evitarlo, que lo que salga de las urnas el 2 de diciembre sea considerado como un factor importante en el futuro próximo del escenario político nacional.

Además hay que tener en cuenta que son las primeras elecciones que se celebran después de la moción de censura que desalojó del poder al partido más votado, y dio el Gobierno a quien había quedado en segundo puesto en las generales, y a mucha distancia del primero.

Según las encuestas conocidas, en Andalucía va a ser PSOE el partido más votado, con lo cual tiene muchas posibilidades de seguir gobernando, como siempre lo ha hecho. La duda, según los sondeos, se centra en qué orden van a quedar el resto de los partidos, ya que algunos dan el segundo puesto al PP, otros a Ciudadanos y algunos a Adelante Andalucía, pero ninguno le da la mayoría absoluta a un supuesto bloque formado por PP y Ciudadanos, ni incluso considerando la posibilidad de que Vox obtuviese algún escaño.

Ya sabemos, incluso con acta notarial por medio, que el PP no va a entrar en el juego de apoyar a Susana Díaz, mientras que Juan Marín, el líder de Ciudadanos por delegación, ha manifestado rotundamente que, con sus votos, la actual presidenta no va a seguir siéndolo, aunque no ha dicho nada de una posible abstención. En cuanto a Adelante Podemos, su lideresa Teresa Rodríguez, unida a Susana Díaz por una profunda enemistad, todavía no se ha definido, pero ya ha anunciado condiciones muy duras.

Ese es el panorama, el futuro inmediato, pero ahora estamos en plena campaña y, a la vista de tanta incertidumbre, sería bueno que quienes la protagonizan, o lo intentan, fuesen claros en sus mensajes sobre Andalucía, sin dudas sobre lo que podemos esperar de ellos, y respetándonos a todos nosotros. Y en ese todos nosotros están incluidos ellos.

* Periodista