Luka Modric, capitán de Croacia, aseguró ayer en rueda de prensa que no le gustan las comparaciones con otros jugadores como su próximo rival, Christian Eriksen, de quien dijo que es un gran futbolista. Modric dejó claro que la excelente fase de grupos de su selección ha quedado atrás y que ahora el partido contra Dinamarca es muy importante para las aspiraciones de Croacia de hacer algo grande en el Mundial. «Jugamos fantásticamente en el grupo, podemos estar orgullosos, pero eso debe olvidarse». «Somos un equipo muy compacto, todos respiramos como uno solo. Esperamos superar el primer obstáculo para conseguir el objetivo de llegar a la siguiente ronda», agregó.