Volando a balón parado iba Inglaterra por el Mundial (9 goles de los 12 marcados en jugadas de estrategia, como el de Trippier ayer) hasta que se estrelló ante un monolito gigante. Frente al equipo más resistente de todos. Al más fuerte y macizo, inasequible a ninguna adversidad. Al más estable mentalmente, capaz de remontar por tercera vez seguida el marcador adverso, y al más vigoroso físicamente por haber soportado la tercera prórroga victorioso. Al primer finalista de la historia procedente de la repesca. Croacia agarró el billete hacia Rusia tras superar a Grecia. Había quedado segunda en el grupo que lideró Islandia.

Veinte años después / Ese espíritu irreductible brinda a Croacia una revancha ante Francia. Veinte años después de haber litigado en la semifinal de 1998, las dos selecciones se miden en el choque decisivo. Aquella Francia de Zinedine Zidane, Henry y Deschamps, que repetirá sentado en el banquillo de entrenador, batió a la gran generación de los Bilic, Jarni, Prosinecki y compañía. Se trataba, sin embargo, de la primera camada de brillantes futbolistas, de infatigables luchadores, ahora superados por Modric, Rakitic, Perisic y Mandzukic, que se dejó la pierna para alcanzar la final.

«El fútbol no vuelve a casa», tituló inmediatamente la BBC tras consumarse la derrota. Lo que vuelve a casa es la selección de Gareth Southgate y su gruesa libreta de jugadas de estrategia que tanta vida le ha dado. La falta de laboratorio de Kieran Trippier, de la vieja Inglaterra, claudicó ante la inagotable fe de los balcánicos, uno de los países más jóvenes de Europa. Independiente desde 1991 y compitiendo desde 1992, con una población que apenas sobrepasa los cuatro millones de habitantes, Croacia ya se clasificó para la Eurocopa de Inglaterra (1996) y llegó hasta la semifinal de Francia-98.

El espabilado Mandzukic / Seis jugadores ingleses y dos croatas había en el área británica cuando Mandzukic se colaba por la espalda de un despistado Stones para firmar otro episodio histórico. «Duele. Duele mucho, y dolerá durante un tiempo, pero podemos mantener la cabeza bien alta», reflexionó Harry Kane, desencajado, que se coronará como máximo goleador del torneo. El tanto más valioso, sin embargo, fue el de Mandzukic. «Es un milagro. Solo los grandes equipos pueden ser tan valientes como nosotros y remontar ante un adversario como Inglaterra», dijo Mandzukic. «Éramos como leones y seremos leones el último día», añadió. «Estamos merecidamente en la final, hemos hecho historia, y si Dios quiere, seremos campeones», sentenció el seleccionador Zlatko Dalic.