Veinte años después de ganar su primer Mundial, los franceses celebraron ayer en un clima de euforia la victoria en el Mundial de Rusia, con Mbappé, Pogba y Griezmann como estrellas del equipo que ha logrado pasar la página por la nostalgia del 98. «¡Esta Copa es para nosotros!¡Es la victoria de nuestra generación!», clamó Guillaume, de 26 años, al finalizar el partido aunque la música que resonó en París al cantar victoria volvió a ser I will survive, himno de la banda de Zidane en el 98.

Si los franceses se mostraron toda la semana confiados en el éxito, en la capital el partido se vivió con nervios y tensión por la entrega de Croacia. «Los croatas no tienen nada que perder y eso es lo más peligroso, están jugando a 200 %», opinó al final del primer tiempo Kevin, que habló sentado y de brazos cruzados y solo se permitió entonar «On a gagné!» (¡Hemos ganado!), cuando el arbitro silbó por última vez. La euforia del gol en propia de Mandzukic, en el minuto 18, pronto cayó en saco roto cuando Perisic puso el marcador a 1-1, apenas diez minutos más tarde para volver a remontar tras el penalti de Griezmann. Por momentos, la burbuja de optimismo nacional de los últimos días amenazaba con estallar.

Bengalas, petardos, humos con la tricolor y hasta algún que otro joven desnudo subiendo al techo de los coches que solo podían esperar de brazos cruzados que pasara la marabunta. La fiesta, sin embargo, había comenzado mucho antes: los pitidos de los coches sonaban desde primera hora y I will survive, la canción de Gloria Gaynor, se escuchaba ya desde primera hora de la mañana. «¡Como en el 98!», se repetían los aficionados a modo de despedida este fin de semana.

La hazañas que sus padres les contaron sobre aquella victoria parecían motivar a muchos a escribir ayer su propia historia ya que los más jóvenes no habían nacido o eran demasiado pequeños para recordarla.