El próximo domingo se abre una oportunidad histórica para la joven Croacia. Lo de joven no es por la edad media de sus 23 convocados, que está en una razonable cifra de 28 años, sino en la escasa vida del estado balcánico como nación independiente. Croacia se independizó de la antigua Yugoslavia en el año 1991. En solo 29 años ha conseguido llegar a dos semifinales, una en el Mundial de Francia 98 y la otra ahora, en Rusia.

La Historia ha sido benévola con los croatas, que tienen ahora la oportunidad de resarcirse de la derrota en semifinales ante la por entonces anfitriona Francia en 1998. Aquella fue la generación que vivió en su adolescencia y juventud el drama de la Guerra de los Balcanes, capitaneada por un excelso Davor Suker. El ahora presidente de la federación de fútbol de Croacia fue el encargado de inaugurar el marcador del estadio del Parque de los Príncipes y de silenciar al público parisino. Fue un espejismo, porque Thuram se encargó con un doblete de mandar a casa a los balcánicos y de meter a Francia en una final que acabó venciendo con autoridad (3-0) ante Brasil.

Francia llega a estas semifinales con la estrella en el pecho que codicia Croacia. Una nueva generación de estrellas lidera a los croatas rumbo al éxito dirigida por la batuta del madridista Luka Modric, que con 32 años está en su gran oportunidad de jugar una final del Mundial. Modric, que vivió de pequeño en sus carnes el conflicto bélico de los Balcanes. Luka, el faro del fútbol del Real Madrid y de la selección croata. Luka Modric no es solo el encargado de generar fútbol ofensivo de Croacia, sino que es su capitán y el líder en el terreno de juego. Una estadística que indica hasta qué punto lidera a sus compañeros es que el jugador madridista es el que más saques de esquina ha botado de todos los futbolistas del Mundial.

La importancia de Modric también se refleja en los datos de pases realizados en el torneo. En una tabla liderada por Sergio Ramos e Isco, Luka acumula 337 pases de los que 52 fueron incorrectos. Es decir, se echa el equipo a sus espaldas pero arriesga en busca del último pase hacia las bandas o el delantero.

POSESIÓN EFECTIVA / A su lado tiene a un rival en la Liga española pero socio ideal en la selección croata. Ivan Rakitic forma en el centro del campo con Luka en una pareja de mediocentros por delante del pivote, Marcelo Brozovic. Este es el encargado de cortar los balones que merodean cerca del área croata y de iniciar el juego, buscando siempre a Rakitic y Modric. La selección balcánica practica un fútbol plástico pero efectivo. Sin ir más lejos, en los cuartos de final ante Inglaterra los croatas tuvieron una posesión del 56% que supieron convertir en 22 disparos, siete entre los tres palos. Los británicos solo pudieron rematar once veces, dos de ellas a puerta.

JUEGO POR BANDAS / Aunque es el centro del campo la mejor línea de Croacia, el juego por bandas es una de sus bazas para desatascar el fútbol ofensivo y llegar con claridad a la portería contraria. En la izquierda juega Ivan Perisic, que dispone de velocidad, calidad, centro y disparo. Su tanto ante Inglaterra empató el partido. Ahí demostró toda la técnica que dispone para ganarle la partida a su marcador y, en un escorzo que dejaría sin cadera a más de uno, batir a Pickford. Ivan también dispone de coraje y es un futbolista que va a la presión con intensidad y dureza.

En la línea de ataque acompañan a Perisic el conocido ariete Mario Madzukic, garantía de brega y de gol, y el descubrimiento del Mundial, el joven Ante Rebic, de 25 años. Rebic es un extremo diestro perteneciente al Eintracht de Frankfurt, aunque el gigante de la Bundesliga, el Bayern de Munich, ya le pretende. En Rusia está rindiendo a un gran nivel e incluso marcó un gol, de volea ante Argentina. Es capaz de desatascar el juego pegado a la cal y de sacar precisos pases a la cabeza de Mandzukic, más que acostumbrado a rematar todo lo que pasea por área rival. El exdelantero del Atlético es lo más parecido al ariete de área clásico con toques de clase y técnica.

Croacia ataca con insistencia porque confía en su retaguardia. En la portería balcánica guarda las redes Subasic, héroe en dos tandas de penaltis que permitieron a Croacia llegar a las semifinales, en la que tiene una cita con la Historia y con la revancha ante Francia.