Por fin, ya tocaba, se lo merecía más que nadie, se lo había trabajado a base de vueltas rápidas increíbles, de ser el mejor, con mucho, los sábados, en el último ensayo, el que decide el orden de salida, la parrilla de cada gran premio de Moto3. Ahí, Jorge Martín (Honda), de 19 años, nacido en Madrid, era un rayo, un cohete, hasta sumar nueve poles positions, récord de la pequeña cilindrada.

Pero, luego, llegaba la carrera y peleaba como pocos pero, en el cuerpo a cuerpo, fallaba, se dejaba décimas de segundo, le ocurría alguna desgracia y terminaba entre los mejores, sí, pero no ganaba. Eso sí, llegó a Cheste tras conseguir dos segundos puestos (Austin y Malasia) y seis terceros puestos (Catar, Argentina, Barcelona, Austria, Inglaterra y Australia). Por cierto, desde Australia-2013, no había un triplete español en Moto3. En aquel domingo fue Àlex Rins, Maverick Viñales y el desaparecido Luis Salom.

Martin, tras 8 podios en 17 carreras, logró el triunfo soñado en solitario, sin tener que pelearse con nadie

Y llegó a Cheste, donde hacía un montón de años que no ganaba una pequeña Honda, desde los tiempos de Dani Pedrosa, y se propuso protagonizar, una vez ya decidido el campeonato a manos del más portentosos de los portentosos, el mallorquín Joan Mir (Honda), un fin de semana perfecto. Y así lo hizo. De la mano de su jefe de equipo, otro monstruo de las pequeñas cilindradas, el italiano Fausto Gresini, Martín fue siempre el mejor, el viernes, el sábado y, por fin, también el domingo.

Cierto, el hispano argentino Gabri Rodrigo le echó una mano sin querer, pues Rodri perdió el control de su moto, cierto, cuando Martín ya había empezado a adquirir ventaja, solo en cabeza, e impidió que Mir, que iba pegadito a Rodrigo, a su rebufo, tuviese la posibilidad de ir en búsqueda de Martín. Cuando Rodrigo rodó por los suelos, el flamante campeón tuvo que hacer magia, piruetas con su Honda, salirse de la pista y regresar en el puesto 19 del pelotón cuando restaban aún 21 vueltas, perdiendo toda opción de ganar la carrera y establecer un nuevo récord de victorias y puntos de la categoría.

Mientras Martín, con gran habilidad, seguridad y destreza, iba acumulando segundos (“quería, al menos, cinco segundos, he logrado hasta seis y después los he administrado”, reconoció el vencedor), Mir, que, al final, estableció, con 341 puntos, un nuevo récord de puntuación, superando los 338 puntos del campeón Álvaro Bautista, en 2006, fue remontando posiciones hasta alcanzar la segunda plaza y despedirse de la categoría (el martes prueba la Moto2, en Cheste) con un buen sabor de boca.

La alegría del nuevo vencedor

“Llevaba tanto tiempo esperando esta victoria, este momento, que solo puedo decir que, en efecto, es algo único, sensación, increíble, por más que quieras no puedes imaginarte lo que es ganar”, explicó Martín, que logró su objetivo en su carrera nº 50, pues él debutó en 2015, tras ser campeón de la Rookie Cup ¡vaya! por delante de Joan Mir.

Clasificación: 1. Jorge Martin (Honda), 40 minutos 02.193 segundos; 2. Joan Mir (Honda), a 3.760 segundos; 3. Marcos Ramirez (KTM), a 3.877 segundos; 4. Romano Fenati (Honda), a 3.953 segundos y 5. Enea Bastianini (Honda), a 3.999 segundos.

Final del Mundial de Moto3: 1. Joan MIR (España), 341 puntos; 2. Romano FENATI (Italia), 248 puntos; 3. Aron CANET (España), 199 puntos; 4. Jorge MARTÍN (España), 196 puntos y 5. Fabio DI GIANNANTONIO (Italia), 153 puntos.