Tres carreras sin ganar. Tres demostraciones brutales de Ducati. Tres superioridades de Andrea Dovizioso y Jorge Lorenzo. Sí, cierto, mantenía (perdón, aumentaba) su ventaja en persecución de su quinto título en seis años, pero Marc Márquez (Honda) quería levantar a su gente, cerca de 63.000 espectadores en un calurosísimo Motorland, y conquistar la victoria en casa, la sexta del ‘nen de Cervera’ esta temporada (EEUU, Jerez, Le Mans, Assen, Alemania y Aragón), noquear a Lorenzo, que se cayó nada más verle aparecer por el interior de la primera curva y superar la estrategia y las soberbias manos de ‘Dovi’ , cuya segunda plaza hoy permitirá mantener vivo, todavía, un gran premio más (Tailandia, dentro de 15 días) este Mundial, ya que, pese a esta soberbia victoria, Márquez no tendrá ‘pelota de partido’ en el nuevo trazado asiático, pues necesitaría 100 puntos y, aunque ganase y no puntuase Márquez, saldría de Tailandia con 97 puntos más que el subcampeón italiano y no los 100 que le permitirían renovar el título, pero sí en Motegi (Japón), la casa de Honda.

Caída de Lorenzo

La verdad es que la carrera arrancó con la sorpresa de ver caer a Lorenzo por su culpa, por abrir gas antes de hora, al asustarse en la primera curva, al ver aparecer a Márquez en el centro de la curva. Después de ese susto, todo fue tranquilidad. Tanta, tanta, que ‘Dovi’ y Márquez, que habían sido los dueños (junto a Lorenzo, claro) del fin de semana, estuvieron rodando en cronos que permitieron a Andrea Iannone y Álex Rins, las dos Suzuki, ponerse a su estela.

A falta de 11 vueltas, empezó la pelea de verdad. ‘Dovi’ probó de escaparse, pero Marc, que había apostado (“estábamos muy convencidos y así lo hicimos ¡y funcionó!”) por el neumático blando y no por el duro, como el resto de candidatos al podio, resistió los ataques del subcampeón italiano. Luego, a falta de nueve vueltas, Márquez hizo lo imposible, un doble adelantamiento, interior-exterior, resistir casi, casi, el codo a codo con Dovizioso y empezar a garantizar la victoria ante su pueblo. “Fue todo muy agresivo, sí, pero muy limpio. Pudimos caer, tal vez, pero con Andrea siempre las peleas son muy limpias”, reconoció Márquez, que no ganaba desde Alemania, miren, precisamente como Jorge Martin (Honda, Moto3) y como Brad Binder (KTM, Moto2).

Sexta victoria del año

Ese adelantamiento le garantizó a un determinante Márquez la sexta victoria del año, sumar ya 72 puntos más que ‘Dovi’, prepararse, ahora sí, la primera ‘pelota de partido’ en Malasia, dentro de dos semanas, para ‘campeonar’, de nuevo, ante el presidente supremo de Honda y seguir siendo el joven más prodigioso de la historia del motociclismo tras batir todos los récords de precocidad, en 2013, su primer año entre los ‘reyes’.

“Sabía que Marc aquí era el rey. Nosotros siempre hemos estado lejos del podio en Aragón y esta pelea, este segundo puesto, demuestra que hemos hecho un gran trabajo y que debemos estar orgullosos de ello”, reconocía Dovizioso, que, el año pasado, cuando también ganó Márquez, acabó séptimo a siete segundos.

“Debía intentarlo, debía pelear la victoria y máxime después de quedarse casi solo con ‘Dovi’ ante la caída de Jorge”, confesaba Márquez, que reconoció que se la jugó con el neumático blando. “No sé, con el duro, siempre que lo ponía en los entrenamientos no me sentía del todo bien, así que dije, venga, probemos el blando, por eso al inicio, en las primeras vueltas, he ido con tiento, para conservarlo al final, cuando debía jugármela con Andrea. Ha sido una maravilla y, la verdad, tenía ganas de frenar este dominio de Ducati, de Andrea, de Jorge y, por fin, lo hemos logrado ante nuestra gente ¡yupi!”.