Venganza, bueno, no, réplica. Tratándose de Andrea Dovizioso (Ducati), con quien mantiene muy, muy, buena relación y al que, incluso, lo considera su maestro en muchas fases de las carreras, Marc Márquez (Honda) ha logrado, por fin, derrotar, de forma espectacular, agresiva, peligrosa y contundente a un piloto de Borgo Panigale en la última vuelta, perdón, en la última curva, cosa que no había sucedido últimamente cuando, especialmente ‘Dovi’, le había arrebatado la victoria en Austria y Japón, en el último giro.

Victoria espectacular

Hoy, en el nuevo circuito de Buriram (Tailandia), Márquez ha logrado una victoria espectacular cuando, al entrar en la última curva de derechas, muy pronunciada, ‘Dovi’ era líder, pero por fuera, se ha abierto un poquito, y el tetracampeón catalán ha podido tumbar su Honda por dentro, levantarla como la levanta cuando hace esas ‘salvadas’ milagrosas, enderezar la moto y abrir gas a tope, consiguiendo una milésima de segundo por cada uno de los 115 metros que separaban la última curva de la línea de meta. Exactamente así: 115 metros de distancia y 115 milésimas de segundo de diferencia entre Márquez y Dovizioso.

Con este séptimo triunfo de la temporada (Austin, Jerez, Le Mans, Assen, Sachsenring, Motorland y Buriram), Márquez se sitúa en la primera ‘pelota de partido’ de cara a la carrera de Japón, dentro de quince días en Motegi, donde ya consiguió dos cetros mundiales delante de sus jefes de Honda. Solamente con quedar por delante de ‘Dovi’ en esa carrera, no importa la posición, se proclamará pentacampeón del mundo de la categoría ‘reina’ e igualará la marca del mítico australiano Mick Doohan, que hoy ha sido el primero que le ha felicitado en Buriram.

Podio para Viñales, pero las Yamaha siguen sin ganar

La carrera ha sido un paseo para Dovizioso, Márquez y también, también, un espectacular Valentino Rossi (Yamaha) , que ha terminado cuarto, y también, también, para Maverick Viñales (Yamaha), que, viniendo desde detrás , ha terminado en el podio. Sí, cierto, Yamaha, Rossi y Viñales siguen sin ganar, son ya 24 grandes premios sin subir a lo más alto del podio, pero hoy han mejorado muchísimo.

Solo en las dos últimas vueltas se produjo un espectáculo sensacional con Márquez y Dovizioso superándose por dentro y por fuera, preparándose, sin duda, ese último adelantamiento en la última curva, recordando el de Spielberg (Austria), donde el italiano triunfó. Pero esta vez ha sido Márquez quien, no solo quería ganar en el estreno de Tailandia, sino prepararse, con victoria, la pimera ‘pelota de partido’ en Japón.

Salimos con más ventaja sobre el segundo

“Ha sido tremendo, tremendo, porque yo también estaba pensando que siempre había perdido con la Ducati en la última curva y, por fin, he podido ganar a ‘Dovi’ y es, desde luego, un gran placer, una felicidad extrema, espectacular. Y, no, no, ya ven que no pienso en el título cuando corro, sino en divertirme, en disfrutar, en hacerlo pasar bien al público y, mira, de nuevo, por octava vez consecutiva, salimos con más ventaja sobre el segundo de un gran premio”, sentenció Márquez.

“Aunque todos decían que este trazado era bueno para nuestra Ducati, la verdad es que nos ha costado mucho, ya nos ocurrió en febrero cuando venimos a los test y, por tanto, estoy muy contento de haberle podido pelear la victoria a Marc, que, al final, me ha ganado. Bueno, antes gané yo. Ahora ya conoce el placer de ganar en la última curva”, dijo muy contento Dovizioso, que hace tiempo que da por perdido el título y volverá a conformarse con el subcampeonato, que no está nada mal.