El catalán Marc Márquez (Honda), el tetracampeón más joven de la historia de MotoGP, ha concluido hoy, en el último test de temporada, es decir, en el primero de la próxima campaña, su año con una espectacular exhibición, consiguiendo, no solo el mejor crono de los dos días (1.30.033 minutos), sino enlazando un montón de tiempos alrededor del 1.30, cuando el crono de carrera medio del pasado domingo fue de 1.35, a cargo del francés Johann Zarco (Yamaha), que acabó segundo detrás de Dani Pedrosa (Honda), lo que demuestra que el flamante campeón cierra el año mostrando una forma espectacular.

Márquez, que ya reconoció ayer, en el primer día de la próxima temporada, que como mejor se sentía era con la Honda de este año “con una modificación que no os puedo contar, pero que me ha gustado mucho”, también probó el primer prototipo de 2018 que le ha traído Honda a su box (también al de Pedrosa y Cal Crutchlow) y que, en teoría, debería ser sobre la que se producirán las evoluciones de la moto de cara a los primeros entrenamientos invernales, de finales de enero, en Malasia donde, realmente, arranca ahí el Mundial-2018.

La preocupación de Jorge Lorenzo

Hubo un momento en la última sesión de hoy en Cheste, donde Márquez, faltando poco más de una hora para concluir la sesión, que salió a hacer un ataque y, no solo fue el instante en que hizo el 1.30.0, sino que enlazó varios cronos espectaculares, con la moto 2017…y su modificación secreta. Tal vez fue ahí donde Jorge Lorenzo (Ducati), que reconoció que no había podido evolucionar nada de su Desmosedici “porque nada de lo que he probado mejora lo que tenemos”, se dio cuenta, como reconoció posteriormente, que “de nuevo parece ser que Honda ha dado un pasito por delante del resto de equipos y nosotros estamos, en ese sentido, un poquito retrasado, aunque hay tiempo de mejorar”. Eso sí, el tricampeón mallorquín confesó que “en estos dos días de test he dado un paso a mi pilotaje que ha mejorado mi adaptación a Ducati aunque, la verdad, ha sido cambiando mi tradicional manera de pilotar”.

Márquez, como siempre con enorme cautela, se mostró muy satisfecho de las primeras sensaciones que le ha transmitido, sobre la moto, el primer prototipo de motor del próximo año. “Con este nuevo motor hemos ganado en potencia. Lo más importante es que, de inicio, estamos en los parámetros correctos. Es decir, que, al margen de que necesitamos, como siempre, adaptar la electrónica al nuevo motor, lo cierto es que, puesto en pista, el motor funciona y bien. A menudo, el motor, en el banco de prueba de Honda, va bien y, luego, lo pones en la moto, sales a la pista y no va. Este sí da buenas vibraciones”.

Marc Márquez charla con su ingeniero, Santi Hernández, en el ensayo de hoy en Valencia. / ALEJANDRO CERESUELA

El joven tetracampeón del mundo cree que los ingenieros japoneses tienen ahora un duro trabajo para analizar los datos que tanto él como Cal Crutchlow y Dani Pedrosa han suministrado sobre el primer prototipo y mejorarlo de cara al primer test de finales de enero en Sepang (Malasia). “La moto, además del motor nuevo, tiene cosas de chasis nuevas que deberemos trabajar para mejorar su rendimiento”. Márquez reconoció, y siguió manteniendo el silencio, que los mejores cronos los ha logrado “con la moto de este año con una pequeña modificación 2018 de chasis”.

Márquez, que le deseo la mayor suerte del mundo al italiano Livio Suppo, jefe suyo que ha decidido abandonar el equipo Repsol Honda para dedicarse más a su familia, contó que, la próxima semana, antes de irse de vacaciones, acompañará a su hermano Àlex al test de Jerez donde se montará, en ausencia del suizo Thomas Luthi, en la Honda RC213V de MotoGP. “Me hace ilusión acompañarle, estar con él y ver que tal le va, pues tiene muchísima ilusión en probarla y no me quiero perder ese momento”.

Los últimos tiempos de la temporada, con todos los pilotos en liza y las primeras modificaciones en las motos oficiales, los encabezó, pues, el flamante tetracampeón del mundo con ese espectacular 1.30.033 minutos (cerca del 1.28.897 minutos con el que conquistó, en Cheste, el domingo, su pole position nº 73), seguido de su compañero Dani Pedrosa (Honda), pero ya a casi medio segundo (a 0.403 segundos), el francés Johann Zarco (Yamaha, a 0.406), Jorge Lorenzo (Ducati, a 0.501), Maverick Viñales (Yamaha, a 0.607 segundos) y, en séptima posición, Valentino Rossi (Yamaha, a 0.691). En el caso de el Doctor se produce la curiosidad que fue uno de los últimos en acabar la sesión, entrenándose hasta casi el anochecer, lo que demuestra los muchos problemas que tiene el nueve veces campeón del mundo y Yamaha, claro, para salir de la crisis en la que se han metido.