Se juntaba todo. Todo. Toooodo. Marc Márquez Alentá (hoy ha venido mamá Roser a verle a Misano) no podía fallar en el circuito de Marco Simoncelli, en la ribera del Adriático, donde ya había ganado cinco veces, a 14 kilómetros de la casa de Valentino Rossi, en Tavullia, ante 96.212 aficionados, el 98% de ellos amarillos, locos por el ‘Doctor’, que en ningún momento ha tenido opción, como ya se intuía, de pelear ni siquiera por el podio, que ha liderado Márquez, con una última vuelta brutal, tremenda, al superar, en dos ocasiones, al joven francés Fabio Quartararo (Yamaha), la otra gran estrella de la temporada, y subirse a lo más alto del podio, en cuyo tercer escalón estuvo, también, de nuevo, un soberbio, pero no tan eficaz, Maverick Viñales (Yamaha).

Solo yo puedo perder este título

“Ya solo yo puedo perder este título”, ha reconocido, por fin, Márquez tras bajar del podio tras sumar su ‘cajón’ nº 12 en 13 carreras y lograr su séptima victoria del año: Argentina, Jerez, Francia, Barcelona, Alemania, Brno y San Marino. “No podía volver a perder un duelo en la última vuelta, en la última curva. No después de la inyección de moral y rabia, sí, sí, rabia, que me dio ayer ‘Vale’, con aquella maniobra fea, que me hizo meterme en la cama pensando ‘si puedo, que podré, quiero ganar aquí, ante su gente’. Por eso, lejos de guardarme algo, sí, sí, no me he guardado nada, me la he jugado en la última vuelta y de ahí que me sienta tan, tan, tan feliz de haber ganado aquí por sexta vez, en Misano, donde sé que, como en Mugello, no me quieren mucho”. Y, sí, la verdad es que fue muy pitado (ese paseo también lo saboreó Márquez placenteramente) en la vuelta de honor y en la ceremonia del podio.

“Lo cierto es que ahora, por fin, estoy a solo siete puntos de conseguir la cifra mágica de 100 puntos de ventaja, que me daría mi primera pelota de partido”, ha comentado Márquez, que quiere afrontar, en Tailandia, su primera oportunidad de más gloria, pues si sale de Buriram con ese centenar de puntos sobre el italiano Anfrea Dovizioso (es decir, cuatro carreras: Japón, Australia, Malasia y Valencia) se podrá proclamar flamante campeón del mundo por octava vez. “De todos modos he de reconocer que no tengo ninguna prisa por sumar otro título. Si es, después, en Japón, en casa de Honda, no pasa nada. Ya lo fue el año pasado. Lo que quiero decir es que no quiero precipitarme, porque, en el 2014, me precipité en Aragón y todo se alargó un poco más”.

Carrera con dos protagonistas

La carrera solo tuvo, por supuesto, como estaba previsto, dos protagonistas. Bueno, al igual que ocurrió en los anteriores dos grandes premios donde ‘Dovi’ derrotó en la última curva a Márquez (en Austria) y donde Rins venció, sobre la misma línea de meta, a Marc (en Inglaterra). Esta vez fue el fabuloso ‘rookie’ francés de Yamaha, Fabio Quartararo, que ya había maravillado, de nuevo, en los ensayos, quien se escapó al apagarse el semáforo, con Viñales, a quien Márquez superó enseguida.

Y, a partir de ahí, como explicó con toda humildad y, sobre todo, reconocimiento público, en plan grandísimo elogio, el propio Márquez, “Fabio lideró la carrera con enorme aplomo y autoridad. Ha sido líder durante 24 vueltas y, en la última, me la he tenido que jugar para pasarle. En Inglaterra, fui yo quien llevó el peso de la carrera y ganó Rins; hoy, ha mandado Fabio, como si fuese un veterano, sin cometer un error, y he ganado yo. Él también merecía ganar. Y creo, sinceramente, que ganará muy pronto. Es, sin duda, el rival de ahora y del futuro”.

Quartararo no cometió errores

La última vuelta empezó con Márquez aprovechando el mayor potencial de su motor. Su Honda coronaba la recta de meta a 295 kms/h. por los 284 kms/h. de la Yamaha del ‘Diablo’. Y así fue como empezó la vuelta como nuevo líder. “Yo me la jugué en una curva, pasándole por el piano, cosa que no había probado ni en entrenamientos y me salió bien. Marc me volvió a pasar por pericia y, al llegar a la curva 14, yo he tratado de acercarme lo máximo posible, casi mi rueda delantera toca su neumático trasero y por poco me caigo, así que era cuestión de contentarse con el segundo puesto”, narró Quartararo, el piloto más elogiado de la temporada…tras Márquez, claro. “Ha sido un placer codearse con Márquez, todo un heptacampeón, llevándolo 20 vueltas detrás y no cometiendo un solo error, siendo como soy un ‘rookie’”.

Márquez supera a Mike Hailwood

El Mundial afronta la semana que viene el Gran Premio de Aragón en Motorland. Si Márquez supera por siete puntos a Dovizioso (primero y segundo, por ejemplo), el catalán llegará a Tailandia con 100 puntos de ventaja y con solo quedar por delante del subcampeón italiano, ya será flamante (viejo) campeón del mundo de MotoGP, con 26 años. Otra marca increíble. Como las 77 victorias que suma ya, superando al mítico Mike Hailwood (76). Ya solo tiene por delante a Ángel Nieto (90), Rossi (115) y Giacomo Agostini (122). Por cierto, a Ago le ha superado, con 89 podios, como el piloto con más ‘cajones’ de la historia en la categoría reina.

Y todo ello lo ha conseguido Márquez en Misano, en Italia, a 14 kilómetros de la casa de Rossi, que ayer quiso arruinarle (y lo logró su ‘pole’) pero, también, también, le dio el motivo para ganar hoy. “Mi equipo trató de calmarme anoche, pero yo estaba encendido, tenía mucha rabia acumulada en el cuerpo y la mejor manera de sacarla era intentando ganar la carrera ante el público de Rossi”.

Mundial de MotoGP: 1. Marc MÁRQUEZ (España), 275 puntos; 2. Fabio QUARTARARO (Francia), 182; 3. Danilo PETRUCCI (Italia), 151; 4. Àlex RINS (España), 149 y 5. Maverick VIÑALES (España), 134.