El mundo del motor acaba de llevarse una gran sorpresa. El nuevo equipo Renault de F-1, bautizado con el nombre de Alpine F-1 y que tiene como gran estrella al bicampeón español Fernando Alonso, que reaparecerá en el gran circo de la mano de la firma francesa, con la que ya conquistase sus dos títulos mundiales (2005 y 2006), ha arrebatado, de pronto, al líder del proyecto Suzuki de MotoGP, el manager italiano Davide Brivio, para su nuevo proyecto en el campeonato de monoplazas. Brivio, que, el pasado año, consiguió que Suzuki y el mallorquín Joan Mir conquistasen el título mundial de MotoGP pasa ahora a ser el jefe del bicampeón asturiano.

Brivio llega porque, según informaba ayer la web Motorsport.com, ha sido fichado por Luca de Meo, el nuevo CEO del grupo Renault, empresa propietaria de Alpine F1. De Meo, que llegó a Renault procedente de Seat, conoció a Brivio, uno de los grandes impulsores antes de llegar a Suzuki del fenómeno Valentino Rossi, cuando el italiano trabajana en Yamaha MotoGP y el máximo dirigente ahora de Renault era el responsable de márketing de Fiat, patrocinador principal del team de motos en aquel momento.

La despedida de Brivio

Brivio ha reconocido en un comunicado que le duele el alma de dejar Suzuki, pero que el reto que se le presenta, una vez alcanzada la meta que se proponía con Suzuki, sin duda antes de lo previsto por la ausencia del campeonísimo catalán Marc Márquez (Honda), es un reto enorme que le hace mucha ilusión.

"Es, en efecto, un nuevo reto profesional, un auténtico desafío que no se puede dejar pasar y una gran oportunidad que he decidido aceptar, señala Brivio. Ha sido una decisión muy difícil. Lo más duro de todo será dejar a este fabuloso grupo de gente con el que he trabajado desde que Suzuki se comprometió a regresar al campeonato. Me siento triste desde este punto de vista, pero, al mismo tiempo, también siento una gran motivación por este nuevo desafío. Esa fue la clave cuando tuve que decidir si renovar mi contrato con Suzuki o comenzar una nueva experiencia completamente distinta. Conseguir el título de MotoGP es algo que permanecerá para siempre en los libros de historia de la compañía, y que tendrá un lugar muy especial en mi memoria", indica el italiano.

Desesperación japonesa

Por su parte, los japoneses de Suzuki han mostrado, inmediatamente, su desconcierto y casi desesperación al perder a su mano derecha en el paddock de MotoGP. Shinichi Sahara, director del proyecto de los nipones, lamenta lo ocurrido. "Sinceramente, la información acerca de la salida de Davide fue un shock para nosotros. Es como si alguien me arrancase una parte de mí, porque en todo momento he discutido con él los planes de desarrollo del equipo y la moto. En 2020, conseguimos grandes resultados a pesar de una situación tan inusual y difícil como la que provocó la COVID-19. Y 2021 será incluso más importante para nosotros porque trataremos de mantener esa inercia. Ahora estamos tratando de encontrar la mejor forma de cubrir la pérdida de Davide. Por suerte, en la mayoría de ocasiones mis opiniones coincidían con las suyas, así que no creo que sea demasiado complicado mantener la dirección hacia la que el equipo debe dirigirse", explica.

Ni que decir tiene que Joan Mir, que ha crecido asesorado en el 'paddock' de MotoGP por el sabio y habilidoso Davide Brivio, no ha tardado ni medio minuto, utilizando sus redes sociales, en darle las gracias a su exjefe y desearle la mejor de las suertes en su nuevo destino en el equipo Alpine F-1.