Seis empresas optarán finalmente a construir la nueva rotonda que conectará el primer tramo de la Ronda Norte con las calles Santa Brígida y Julio César y con las avenidas Pío XII y Marqués de la Vega de Armijo.

El Ayuntamiento de Montilla sacó a licitación, por importe de casi 330.000 euros, este proyecto que se financiará con remanentes positivos de tesorería del año 2016. El Consistorio ha iniciado ya el trabajo técnico de valoración de las seis propuestas que se han presentado para decidir cuál será la empresa encargada de la ejecución final de esta obra que, como explicó el teniente de alcalde de Bienestar Social, Francisco Lucena, ha sido «largamente demandada por los montillanos».

Lucena detalló que los Servicios Técnicos Municipales han estado trabajando para adecuar el proyecto que se realizó durante el anterior mandato municipal, «ya que contemplaba una rotonda de 12 metros de diámetro que, ahora, se ha ampliado a 16 para facilitar el tráfico de vehículos de gran tonelaje».

En ese sentido, el edil se mostró convencido de que esta remodelación del proyecto «garantiza que esta obra quedará para mucho tiempo», de ahí que defendiera «hacerla bien y en condiciones, con un proyecto que sirviese realmente a las necesidades que tenía esta zona de Montilla».

El proyecto cuenta con un plazo máximo de ejecución de cinco meses y contempla la reurbanización de cuatro vías que registran un elevado número de vehículos cada día, por suponer la salida natural del casco urbano hacia Espejo, Castro del Río o Baena.

El objetivo del proyecto es el de mejorar las condiciones de seguridad vial de la intersección entre estas cuatro calles, así como la de integrar de forma adecuada la trama urbana en este nudo de intersección, a pesar de las «dificultades técnicas» que entraña el proyecto. Y es que, a la gran cantidad de infraestructuras de saneamiento, alcantarillado, teléfono y tendido eléctrico que existen en la zona, se unen las diferentes rasantes del entorno, especialmente en el trazado de la antigua travesía de la carretera A-309, lo que obligará a modificar las pendientes de las vías que conforman la intersección.