El IES Emilio Canalejo Olmeda, que el pasado mes de julio puso en marcha el proyecto Montilla-Moriles, el resurgir de la mano de sus alumnos del grado superior de Viticultura, ha logrado despertar el interés de otras zonas vitivinícolas de España que aprecian en esta iniciativa la posibilidad de dinamizar sus comarcas y de potenciar el consumo de sus vinos.

Una delegación técnica procedente de Vandellós y Hospitalet del Infante, un municipio situado en la comarca tarraconense del Bajo Campo, ha cursado una visita a las bodegas que participan en este proyecto académico, así como las propias instalaciones del centro educativo montillano, para conocer de primera mano cuál ha sido el desarrollo de una iniciativa surgida con el objetivo de impulsar el consumo de los vinos de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles entre los más jóvenes y, al mismo tiempo, favorecer su comercialización.

«Que otro territorio de España muestre interés por nuestro proyecto es la prueba de cómo un centro de Formación Profesional puede dinamizar un sector de la mano de un programa educativo», señaló el director del centro, Manuel del Árbol que, asimismo, indicó que desde el IES Emilio Canalejo Olmeda se ha apostado por la formación de los futuros profesionales a través de esta iniciativa. «Ahora es necesaria la implicación del resto de los agentes, para poder sacar de este proyecto una idea de negocio», añadió Manuel del Árbol.

En este sentido, el representante de la fundación FP Empresas, Tomás Alonso, puso en valor el trabajo desarrollado por el profesorado, por los alumnos y por las empresas participantes en este proyecto. «Es un proyecto singular que trata de ser transferible para favorecer la dinamización de otras comarcas», indicó.

Por su parte, la coordinadora territorial de Fundación Bankia, Eva Aguado, subrayó la «importancia» de que «se trate de un proyecto transferible» porque «supone que va a tener un impacto en el territorio, en la economía y en la sociedad, más allá del impacto que han tenido sobre los alumnos y sobre el centro».

Aguado destacó además que «este tipo de proyectos pretenden garantizar que los jóvenes que se están formando puedan quedarse a trabajar en la zona en la que se ponen en funcionamiento».

El proyecto Montilla-Moriles, el resurgir ha contado con la participación de Bodegas Robles, Alvear, Doblas, El Monte y Bodegas del Pino, así como del Consejo Regulador de la DOP Montilla-Moriles, del Grupo Piedra y de la Universidad de Córdoba.

A su vez, la iniciativa -impulsada por el profesor de Industrias Alimentarias, Juan José Gallego- tiene el respaldo de la Fundación Bankia y de FP Empresas, en el marco del programa Dualiza que, como destacó el director de Bankia en Montilla, Pedro Serrano, «busca cumplir un doble objetivo: favorecer el aprendizaje de los alumnos, implicándolos en el mundo laboral, y permitir a las empresas utilizar la base formativa de los estudiantes para poner en marcha nuevos proyectos».