Javier Córdoba Sánchez. Así se llama este joven electricista montillano que, gracias a su tesón y a su compromiso con la justicia, ha conseguido que la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta haya dado luz verde a los trabajos de localización e identificación de los restos que hay en la fosa común del cementerio. Allí se cree que fue enterrado su tío abuelo, Antonio Córdoba Gálvez, tras ser fusilado por un delito de «adhesión a la rebelión» a finales de 1939. Y, por eso, Javier Córdoba se ha empeñado en arrojar luz -y también, decencia y justicia-a unos hechos que se remontan casi 80 años atrás pero que jamás terminarán de cicatrizar mientras siga habiendo familias con seres queridos en cunetas o, como en este caso, bajo una losa que los mantiene vivos con cuatro versos de Lorca: «Porque te has muerto para siempre / como todos los muertos de la Tierra / como todos los muertos que se olvidan / en un montón de perros apagados».