El secretario general de Agricultura de la Junta de Andalucía, Rafael Peral, junto con el delegado territorial de Agricultura, Francisco Zurera, mantuvieron una reunión con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, así como con viticultores y empresarios del sector, para analizar los motivos de la reducción paulatina de superficie dedicada al cultivo de la vid en la provincia cordobesa.

Con 5.800 hectáreas de viñedo -una cifra alejada de las más de 20.000 que se llegaron a contabilizarse en los años ochenta-, el sector analizó los principales retos a los que se enfrenta el marco de cara a asegurar la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena productiva y, de esta forma, evitar la pérdida de viñedo.

En este sentido, el secretario general de Agricultura destacó la necesidad de conocer las necesidades de los viticultores, principalmente, así como de bodegueros y cooperativas, para impulsar «todos los mecanismos necesarios» para mantener un «sector económico muy arraigado y que es un elemento cultural de la provincia».

«La nueva Ley de Agricultura recoge instrumentos específicos para estos casos en los que una zona determinada necesita apoyo de la Administración en base a un plan concreto, y aportaremos todos los instrumentos que tengamos disponibles, tanto financieros como técnicos, para permitir que el sector siga adelante», señaló Peral, quien también insistió en la necesidad de poner en valor los vinos del marco Montilla-Moriles. Por ello, Francisco Zurera insistió en la importancia de las diferentes medidas llevadas a cabo por los viticultores, con el apoyo de la Junta, por hacer sostenible el sector.