Montilla abrió de par en par las puertas de su Fiesta de la Vendimia. Y lo hizo de la mano de una de sus principales embajadoras, la chef Eva Micaela Millán, quien evocó durante un ameno y emocionante pregón el «prodigioso y mágico» proceso de creación del vino en el marco Montilla-Moriles.

Presentada por José Luis Baños, responsable de visitas y eventos en Bodega Viña La Constancia de Jerez de la Frontera, la subcampeona de la primera edición de MasterChef, el popular programa de cocina de Televisión Española, glosó las excelencias de los vinos de su tierra durante el transcurso de un multitudinario acto que tuvo lugar en el patio central de Bodegas Pérez Barquero.

Licenciada en Biología y con un máster en Calidad y Seguridad Alimentaria, la pregonera reconoció que «aún poseyendo los conocimientos científicos que consiguen explicar el proceso de creación del vino, me gusta pensar que es prodigioso porque, en esencia, estamos bebiendo la vida de un organismo unicelular».

En un pregón cargado de referencias a autores como Plinio El Viejo o Hipócrates y a anteriores pregoneros como el doctor Manuel Concha o el periodista Ezequiel Martínez, la chef montillana rememoró su llegada a la localidad de la que procede toda la familia de su padre.

«Me siento orgullosamente montillana y así deseo que me reconozcan allá por donde voy, porque amo y admiro a mi ciudad, a Montilla, el lugar de donde soy», reiteró la pregonera, que aprovechó su paso por MasterChef para poner en valor no solo los vinos de su tierra sino, además, otros elementos típicos de la cocina cordobesa, como el ajoblanco montalbeño, los flamenquines o el salmorejo.

Como viene ocurriendo desde hace años, el pregón dio comienzo inmediatamente después del acto de coronación de la Vendimiadora Mayor, un honor que este año recayó en la joven montillana Helena García Fernández, que estuvo acompañada por su corte de damas, formada por Natalia Cubero Cano, Andrea Tejada León, Marina Santiago Olivares, Clara Bellido Pedraza, Ana Gómez Durán y Estrella García López, todas ellas en representación de colectivos vecinales y culturales del municipio.

Durante la jornada del sábado, primer día de septiembre, la Fiesta de la Vendimia rindió tributo a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes de la Universidad de Córdoba, coincidiendo con la conmemoración del cincuentenario de su fundación. A su vez, el enólogo montillano Miguel Cruz Marqués, uno de los más reconocidos expertos con los que cuentan los vinos del marco vitivinícola cordobés, fue nombrado Capataz de Bodega, mientras que el ingeniero agrónomo morilense Fernando Fernández Cuenca recibió el título de Capataz de Campo. El protocolario acto contó con la presencia de representantes políticos y sociales de toda la provincia, entre los que también se encontraba Fátima Abal, alcaldesa de la ciudad pontevedresa de Cambados, que tomó el testigo de Montemayor como municipio invitado a la Fiesta de la Vendimia.

Un día más tarde, la tradicional pisa de la uva, en la que se extrae el mosto a la antigua usanza para ser ofrecido a Nuestra Señora de Las Viñas, volvió a reunir a centenares de montillanos en la Plaza de La Merced, en el corazón mismo del barrio de El Gran Capitán, donde la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de La Estrella y Nuestra Señora de Las Viñas había instalado la popular artesa.

Tras la Misa Flamenca que se celebró, un año más, en Pérez-Barquero, la Agrupación Musical La Unión de Montilla inició un pasacalles desde el Parque Párroco Antonio Gómez para, posteriormente, encabezar el cortejo procesional que llevó la pequeña imagen de la Virgen de las Viñas hasta la Plaza de La Merced.

Por último, el tradicional Concurso de Venencia y Destreza en el Oficio, impulsado por el Consejo Regulador, cerró el lunes 3 de septiembre las principales actividades de la sexagésimo tercera edición de la Fiesta de la Vendimia ante una concurrida Plaza de la Merced.