Productos Monti ha dado un paso de gigante en los últimos meses, gracias a la alianza con Mercadona que se fraguó hace tres años. La empresa montillana, que tiene sus instalaciones centrales junto a la antigua travesía de la carretera N-331, atesora más de medio siglo de historia y se ha constituido en todo un referente de la industria agroalimentaria de Andalucía.

Aunque la firma fabrica picos de pan, palillos y snacks, sus patatas fritas siguen siendo su producto más demandando, tal y como asegura el director de la empresa, Antonio Córdoba Jiménez, quien reconoce que «el sabor tradicional» es el ingrediente principal que ha permitido a esta empresa fundada en 1969 llegar con sus patatas y productos de panificadora a supermercados de Oriente Medio, América Latina y toda Europa. Además, su alianza con Mercadona hace tres años, junto con el empeño de su máximo responsable por abrir nuevos mercados «a base de acudir a una feria tras otra», ha supuesto que sus ventas hayan aumentado en un 50 por ciento.

La apertura a nuevos mercados comenzó a fraguarse con la llegada de Antonio Córdoba a la dirección de la empresa, quien dio el relevo a su padre, fundador de Productos Monti, una empresa que, en sus orígenes, nació como una pequeña freiduría en la avenida Antonio y Miguel Navarro y que hoy cuenta con dos grandes líneas de fabricación: una de picos de pan y otra de patatas.

«A finales de los sesenta, mi padre dio el salto y se arriesgó construyendo la fábrica. Entonces la venta de nuestros productos era sobre todo a nivel provincial. Ahora, después de una gran inversión, estamos muy enfocados a la internacionalización», reconoce el actual director.

Desde su despacho, situado a muy pocos metros de los peroles donde se fríen casi sin descanso las patatas que se degustan en miles de hogares de todo el planeta, Córdoba reconoce que ha sido un «proceso duro», durante el cual, «la apuesta por la calidad ha marcado la diferencia».

«Estos años han sido un gran cambio para Productos Monti porque, junto a la inversión en maquinaria, se ha reforzado el departamento de Calidad, el de Marketing y toda la estructura logística», señala el director general quien, orgulloso, destaca que ese crecimiento se ha traducido en la creación de más de una veintena de puestos de trabajo, pasando de una plantilla de 40 trabajadores a la actual de 65.

Un crecimiento que también se ha hecho visible en las instalaciones, donde el número de peroles se ha visto incrementado, a la vez que se han mecanizado algunas labores como la selección de las patatas o el proceso de salado y empaquetado.

Un salto cuantitativo y cualitativo en el que ha tenido mucho que ver la relación con Mercadona iniciada hace ahora tres años. Entonces, la empresa de Joan Roig tocaba a la puerta de esta pyme montillana tras seleccionar sus patatas a través de una cata a ciegas, para convertirse en proveedor de su producto Receta Churrería para los supermercados de Andalucía y Canarias.

Tras aquel acuerdo, que supuso un punto de inflexión para la firma montillana, Monti se ha convertido en «base de pruebas» para otros productos de la popular cadena de supermercados. Así, en 2019, coincidiendo con su llegada a Portugal, Mercadona apostó por Monti para lanzar sus patatas paja, un producto que ha tenido tan buena acogida que ha permitido a la firma que dirige Antonio Córdoba consolidarse como el único fabricante de este producto para toda la cadena.