Aguas de Montilla, la empresa mixta que gestiona el ciclo integral del agua en la localidad, ha intensificado en los últimos días las labores de mantenimiento y limpieza de la red de alcantarillado en previsión del periodo otoñal de lluvias y con el objetivo de que estas instalaciones se encuentren en óptimas condiciones.

«Gracias a esta campaña, que se realiza periódicamente, se consigue que las alcantarillas se encuentren al máximo de su capacidad hidráulica para transportar las aguas caídas y evitar posibles daños», explicó el gerente de la firma, Lorenzo Cuenda, quien hizo hincapié en que, «como es habitual, se presta especial atención a la limpieza de las zonas de la ciudad que más sufren los efectos de las lluvias, como las avenidas de la Constitución y del Marqués de la Vega de Armijo».

Dentro la planificación anual de la empresa -participada al 51 por ciento por el Ayuntamiento de Montilla y al 49 por ciento por Hidralia-, los operarios de Aguas de Montilla llevan a cabo durante los meses de septiembre y octubre las labores de limpieza intensiva de los imbornales y redes de alcantarillado de la ciudad.

«Estas actuaciones complementan a las realizadas durante todo el año, efectuándose más de 300 revisiones en las siete estaciones de bombeo de las que dispone la población», aclaró Cuenda, quien subrayó que «también se limpian con asiduidad las rejas de desbaste de las estaciones de bombeo, así como las cámaras, arquetas y alivios, controlados vía web».

En la actualidad, la empresa mixta gestiona más de 96,5 kilómetros de red de alcantarillado y colectores, 2.257 imbornales, 2.515 pozos de registro y siete estaciones de bombeo. En este sentido, Aguas de Montilla recuerda que «el uso inadecuado de rejas e imbornales o de los sistemas de alcantarillado de las viviendas puede provocar averías y situaciones de peligro en el sistema general de alcantarillado de la ciudad».

Entre estos usos inapropiados destaca la eliminación a través del inodoro de las toallitas húmedas de baño, que acaban formando atascos en las redes de alcantarillado o bien en las estaciones de bombeo, poniendo en serio peligro el funcionamiento del sistema general de evacuación de aguas.

«En Montilla, cada semana se registra alguna intervención en diferentes puntos de la ciudad y bombeos, lo que supone más de un centenar de intervenciones al año», aseguró Lorenzo Cuenda, quien hizo hincapié en que «el coste medio de cada una de estas intervenciones para arreglar los atascos es de unos 350 euros, es decir unos 35.000 euros al año, lo que supone un alto coste que podría ser evitable».

Con todo, el máximo responsable de Aguas de Montilla destacó que en los últimos años se ha reducido la «limpieza correctiva» de imbornales gracias al efecto de las campañas de concienciación que la firma lleva a cabo a lo largo del año -una de ellas en centros educativos- y a la «gestión más eficiente» de estas infraestructuras.

«Los habitantes de Montilla son cada vez más conscientes de la importancia de no tirar escombros, basuras o líquidos inflamables a la red de alcantarillado», apuntó el gerente de Aguas de Montilla, toda vez que recordó que «por la acción del viento y del agua de lluvia, los papeles, envoltorios, colillas, botellas y demás basura que se tira al suelo acaba en los caños o imbornales, atorándolos y evitando que puedan drenar el agua, lo que termina anegando las calles».

OTROS TRABAJOS // Por otro lado, los técnicos de la empresa mixta detectaron una nueva fuga en la tubería de transporte de agua que, no obstante, no será reparada hasta el próximo octubre.

El sonido del discurrir del agua bajo el pavimento del Llano de Palacio hizo saltar las alarmas entre el vecindario aunque, como confirmó Lorenzo Cuenda, se trata de una «pequeña fuga» localizada en una arqueta junto al acceso principal al Paseo de Cervantes, por lo que «será reparada en octubre a través de una actuación programada, con el objetivo de minimizar las molestias».

El gerente de la empresa mixta aseguró que se trata de una fuga «poco significativa» que fue detectada «a mediados del pasado mes de junio», si bien sus características aconsejan retrasar su reparación «a una época con menor consumo de agua».

«La cantidad de agua que se pierde ni siquiera hace saltar el mínimo nocturno, y directamente se deriva al alcantarillado. Por ello, y dado que actuar en este punto implicaría un corte en el suministro, al localizarse en la tubería de transporte, nos hemos decantado por programar la intervención para una noche del mes de octubre, cuando el consumo es mínimo en esa franja horaria», indicó Cuenda, quien resaltó que esta fuga fue detectada «con anterioridad» a la avería localizada en la avenida del Marqués de la Vega de Armijo el pasado mes de julio y que provocó un corte del suministro que se prolongó durante cuatro días.

En este sentido, y con el objetivo de reducir el tiempo de actuación, Aguas de Montilla ha hecho acopio en estas semanas de todo el material necesario para acabar con esta fuga. «Se trata de una actuación complementaria al plan en el que se está trabajando para minimizar el riesgo de fugas en la tubería general de transporte desde los depósitos generales de La Bernardina a Montilla, y cuya reparación nos obliga a cortar el suministro», apuntó Cuenda.

El gerente de la firma insistió, no obstante, en que la puesta en marcha de la red alternativa de abastecimiento a través de las infraestructuras de Emproacsa que discurren por el polígono Llanos de Jarata permitirían asegurar el suministro a una gran parte de la población.