Aprovechando la perspectiva que da el paso del tiempo, considero oportuno hacer una crítica constructiva para años venideros: WhatsApp no debería ser nunca el canal de comunicación oficial de una Agrupación de Cofradías con el resto de ciudadanos puesto que en el proceso de copiar y pegar supuestos comunicados y en su difusión masiva por medio de esta aplicación caben la manipulación y la tergiversación. Además, no hay manera de confirmar de manera fidedigna la veracidad de dichos mensajes. Por el contrario, sí es muy recomendable hacer uso, por ejemplo, de las cuentas oficiales en Facebook o Twitter de la propia Agrupación y, siempre, de comunicados de prensa dirigidos a los medios de comunicación que, en definitiva, cumplen un servicio público que consiste en canalizar la información. Eso sí, en el envío de comunicados debe incluirse a todos los medios de comunicación y no solo a unos pocos o, incluso, a algunos que ni siquiera lo son.