Les propongo un juego: busquemos un nombre adecuado para ese enclave que todos conocemos como las «antiguas naves de Ciatesa» y que, cada vez que aparece en un cartel anunciador de esos que se leen más allá de nuestras fronteras, toca aclarar que, en realidad, no se trata de una fábrica abandonada sino de un recinto bien hermoso que, eso sí, hace alusión a una empresa que dio sus primeros pasos en ese lugar y que, lo que son las cosas, dejó de llamarse Ciatesa hace ya unos pocos años.

Recinto ferial, naves de usos múltiples, antigua sede de Montialbero... Nomenclaturas variadas y variopintas que aluden a un mismo lugar y que generan confusión entre quienes nos visitan. Por eso, quizás va siendo hora de organizarle un bautizo en condiciones, con su correspondiente concurso de ideas si fuera menester. Faltaría más.