El Ayuntamiento de Montilla ha acordado «reforzar» la «protección social» de las familias más afectadas por la crisis del covid-19 a través del Programa de Ayudas de Urgente Necesidad y de la Tarjeta Solidaria. Así lo anunciaron el alcalde de la localidad, Rafael Llamas, y la teniente de alcalde de Bienestar Social, Lola Casado, quienes elogiaron el trabajo realizado por los Servicios Sociales Comunitarios desde la declaración del estado de alarma.

El primer edil destacó que, durante todo este tiempo, «las ayudas se han multiplicado por ocho, lo que demuestra que estos servicios son fundamentales para superar la crisis socioeconómica, en la que nadie se puede quedar atrás».

No en vano, el Ayuntamiento de Montilla -que ha sido reconocido a nivel nacional por su excelencia en la prestación de servicios-, ha destinado a ayudas sociales cerca de 120.000 euros, una cantidad «ocho veces mayor que el año anterior», tal y como resaltó Llamas.

Por su parte, Lola Casado explicó que desde el inicio del estado de alarma se han beneficiado de las ayudas municipales una media de 105 familias a la semana, gracias al importante incremento que han experimentado las partidas correspondientes a Ayudas Económicas Familiares (AEF), Ayudas de Emergencia Social (AES) y Ayudas de Urgente Necesidad (AUN).

A su vez, en el marco del proyecto #Remontamos, el Área de Servicios Sociales está adoptando una serie de medidas socioeconómicas que engloban ocho programas diferentes. El primero de ellos, denominado Tarjeta Solidaria, está orientado a garantizar la cobertura económica de las necesidades básicas de las familias en situación de riesgo, al tiempo que favorece el derecho a la intimidad personal y protege la identidad de los usuarios.

«Desde el Ayuntamiento, como Administración pública más cercana al ciudadano, hemos puesto en marcha un sistema de ayuda que funciona como una tarjeta de crédito que el usuario solamente puede utilizar para adquirir alimentación y productos de primera necesidad en establecimientos comerciales montillanos, todo ello bajo la supervisión y control de los Servicios Sociales municipales y teniéndose en cuenta factores como el número de miembros en la familia o la presencia de menores», explicó Lola Casado, quien se mostró convencida de que esta nueva modalidad ofrece «respuestas individualizadas» para tratar de prevenir situaciones de exclusión social y va a sustituir las líneas de crédito abiertas con supermercados de la ciudad, un sistema «de urgencia» que se adoptó «de forma excepcional».