El Ayuntamiento de Montilla ha iniciado los trámites para homenajear a María del Carmen Jiménez-Alfaro y Salas, condesa de Prado Castellano, que en 1998 cedió a la localidad los terrenos donde se construyó el Hospital Comarcal, en el paraje de La Retamosa. Así lo anunció el alcalde, Rafael Llamas quien, a petición del Consejo Asesor de Patrimonio Histórico, ha abierto un expediente para nombrar Hija Adoptiva de la ciudad «a una mujer que siempre se ha caracterizado por su labor filantrópica y por su compromiso con los más necesitados».

Nacida el 4 de diciembre de 1935 en Sevilla, donde estaba destinado su padre como oficial de Caballería, por vía materna es nieta del médico, académico y político montillano José Salas y Vaca (1877-1933), de ahí que desde su infancia haya estado muy vinculada a Montilla, especialmente desde que su madre, Magdalena Salas y García de Zúñiga, heredó la finca La Retamosa, que ha frecuentado habitualmente.

En 1966, María del Carmen Jiménez-Alfaro contrajo matrimonio con Miguel Ángel de Cárdenas y Osuna, recientemente fallecido, natural de Écija, ciudad en la que situaron su residencia habitual, lo que le ha permitido mantener vivos sus lazos con Montilla.

Desde la muerte de su madre en Montilla en el año 1994, la condesa de Prado Castellano ha continuado con la labor benefactora que venía ejerciendo en el convento de Santa Clara.