La Feria del Valle, que está, como quien dice, a la puerta de la esquina, marca cada año el prólogo del curso no solamente a nivel escolar, sino también económico y político. Tras las vacaciones, la ciudad se prepara para afrontar nuevos retos en unos meses que tienen que servir para impulsar la actividad y, de esta forma, poder seguir en la línea de reducción de las cifras de desempleados, algo que es tarea de todos. El conjunto de la ciudadanía aspira a mejorar la calidad de vida, y ello se consigue no solamente con un puesto de trabajo, sino también con unos servicios públicos adecuados. La ciudad avanza en su fisonomía e infraestructuras y los vecinos aspiran a contar con nuevas áreas para el esparcimiento. Un ejemplo de ello será el futuro parque de la Estación, llamado a convertirse en un espacio de ocio de primer orden.