La joven lucentina de 20 años Alba María Luque Muñoz nació en parada cardíaca y apnea, sin respuesta a estímulos. A raíz de esta situación, sufrió una parálisis cerebral y desde entonces padece movimientos distónicos, sin control en brazos, cuello, cabeza y piernas. Lo único que controla a voluntad son sus ojos, su mirada. Desde hace dos años, Alba muestra más interés y motivación por lo que le rodea pero cuanto siente que no puede lograrlo se deprime y llora. Ahora ha surgido una nueva esperanza de la mano de la Fundación Anda Conmigo, ofreciendo la posibilidad de aplicar el método therasuit en parálisis o daño cerebral para el control y redirección de los movimientos de Alba, centrándolos al cuerpo y así estabilizar cabeza y cuello, al menos el tiempo suficiente para que un lector de iris, Irisbond, pueda captar la mirada de sus ojos y le ayude a comunicarse a través de un ordenador, pero para esto necesita de la ayuda económica que podamos ofrecerle.